Gescrap Bizkaia bIlbao Basket - Derrota en Fuenlabrada
Sin paraguas en mitad del aguacero
Un muy eficaz Fuenlabrada machacó a triples a los bilbainos, que, aun así, lograron mantenerse en la pelea hasta casi el final. Los hombres de Fotis Katsikaris pagaron muy caro un parcial adverso de 29-18 del segundo cuarto y se complica la entrada en la Copa.
FUENLABRADA 82 - GESCRAP BILBAO BASKET 43
Arnaitz GORRITI
El juego del Fuenlabrada, pese al cambio de entrenador de Porfi Fisac por Salva Maldonado, es bastante sencillo: cuatro jugadores abiertos y un interior puro. El año pasado el protagonista era Batista -más tarde Biyombo y al final Ayón- y este año es Gustavo Ayón la referencia bajo el aro, mientras que Colom y Sergio Sánchez dirigen a partir del pick `n roll central. Y los aleros tiran de tres -hasta 21, con 11 aciertos- o penetran y doblan para que algún compañero se la juegue o busque las esquinas con un pase extra.
Todo el mundo conoce el estilo de juego fuenlabreño, pero conocerlo no significa que sea fácil de defender, sobre todo si falta tensión en la retaguardia. Y a Gescrap Bizkaia Bilbao Basket le faltó tal intensidad -«echamos la primera parte a la basura», reconocería muy enojado Fotis Katsikaris-, de modo que se ganó un chaparrón de triples que lo atrapó a la intemperie y sin paraguas.
Un segundo cuarto simplemente bestial, que acabó con un parcial de 29-18, fue un muro infranqueable para los hombres de hierro, que pierden comba respecto a la lucha por la Copa.
Reacción tardía
Después de soportar estoicamente el chorreo anotador del Fuenlabrada, Bilbao Basket llegaba al descanso con una desventaja de 53-37, y haciendo agua por todas partes, excepto por parte de la anotación de Janis Blums.
La arenga de Fotis Katsikaris debió ser bastante efectiva, ya que los suyos dejaron en solo siete puntos a los de Fisac en el tercer cuarto. En este período Jackson al fin se acordó de jugar -Colom y Sánchez lo volvieron loco-, Banic tuvo algunos balones en ventaja y Vasileiadis sustituyó en anotación a Blums. Así las cosas, el duelo entraba en el cuarto final 60-56.
Pero Bilbao Basket no lograría acercarse más en el luminoso. Ayón tomaría la responsabilidad, con gente como Colom, Saer Sené o Penney secundándolo. El juego coral de los de Porfi Fisac hace que, aunque sea posible parar a Ayón -lo suyo es aprovechar las continuaciones gracias a su rapidez y movilidad, aparte de cargar el rebote ofensivo, más que las jugadas individuales-, haya buenos complementos capaces de aportar en momentos clave.
Gescrap Bizkaia Bilbao Basket no se rindió y, de la mano de Vasileiadis, se mantuvo en la brecha hasta los últimos minutos. Pero el pabellón Fernando Martín -ayer se cumplían 22 años del fallecimiento del mítico jugador- es un lugar casi vedado para los vizcainos, que en ningún momento tuvieron opciones reales de imponerse.
Fotis Katsikaris no puso ningún paño caliente a la derrota en el Fernando Martín. El técnico heleno fue claro a la hora de reconocer que los suyos no dieron el nivel, sobre todo en defensa, durante la primera mitad. Un lastre excesivo pese a la mejora posterior.
«Nos ha costado mucho entrar en el partido. Hemos estado muy lentos en la primera parte, tanto en defensa como en la toma de decisiones, y el Fuenlabrada ha castigado cada error nuestro, en cada contragolpe... Todo resultaba contra nosotros», dijo.
«Después del descanso mejoramos mucho la intensidad. Debíamos trabajar sobre todo la defensa. Hemos controlado bien el rebote y hemos tenido más acierto en ataque, y así logramos acercarnos. Pero en los últimos minutos hemos fallado unas bandejas, erramos varios tiros librados para tener un mejor marcador e incluso ganar el partido. Pero en fin, viendo el estado de confianza en que está Fuenlabrada, hemos tirado a la basura los primeros 20 minutos y jugado al baloncesto los otros 20», resumió. «El equipo estaba durmiendo en la primera parte», remacharía a renglón seguido.
Después de esta derrota, la Copa se complica un poco más para el conjunto bilbaino. A este respecto, Fotis Katsikaris reconocía que «para ir a la Copa tenemos que ponernos las pilas. Faltan siete partidos para acabar la primera vuelta; ahora ya no hay margen de error, porque además hay que contar con los otros equipos. Llevamos tres meses igual; tenemos que espabilarnos, y ahora nos estamos jugando nuestro futuro. Cada uno sabe lo que tiene que hacer».
A. G.