Gerardo Luzuriaga | Bibliotecario
El dinero llama a la derecha
Un partido que se dice de izquierdas, pero que defiende ideas y adopta medidas de la derecha es de derechas. No se entiende si no su política ante la crisis que estamos viviendo.
¿A quién se le ocurre intentar acabar con un elefante a golpes de alfiler? Algo parecido se puede decir de las medidas adoptadas por el Gobierno Vasco con sus empleadas y empleados para atajar la crisis económica en que nos han metido. El problema radica en el sistema económico vigente, un sistema conservador y ultracapitalista, al cual se ha amoldado a las mil maravillas este partido seudosocialista.
Muchos y variados son los frentes que un verdadero partido de izquierdas debería abordar antes de atacar al estamento más débil: las trabajadoras y trabajadores. He aquí alguno: ¿Por qué no empezar por los gastos de la Monarquía, gastos militares y policiales, seguir por el fraude fiscal y las subvenciones a los empresarios y prohibir los incentivos millonarios a los directivos de los bancos? ¿Por qué no reducir los privilegios de los políticos, y ex políticos (sobresueldos, cesantías, pensiones millonarias)?
Las trabajadoras y trabajadores no somos los culpables de esta crisis. Es preciso encontrar las verdaderas causas y a los verdaderos culpables. Intentadlo por lo menos. El dinero que se nos paga por nuestro trabajo no es lo que ha llevado a la ruina a los mercados. Y tampoco se va a solucionar nada con su reducción. Somos conscientes del problema y estamos dispuestos, como parte del sistema, la parte baja de la pirámide, a contribuir en la solución; pero de ninguna manera estamos dispuestos a que se nos culpe de todas calamidades de este sistema ultracapitalista. La solución no llegará nunca con estos parcheos chapuceros. Con estas medidas, el Partido Socialista demuestra que se encuentra inmerso y cómodo en este sistema económico ultraliberal, una pena.