El primer ministro y candidato a la Presidencia de Rusia, Vladimir Putin, acusó a EEUU de fomentar las protestas y amenazó con que reprimirá «por todos los medios legítimos» cualquier «exceso» de los manifestantes.

El hombre fuerte de Rusia acusó a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, de adeltantarse incluso al informe de la OSCE al asegurar que las elecciones no fueron «ni libres ni justas», dando así «la señal» para el inicio de las protestas.

«Somos conscientes de que (los manifestantes) actúan según un guión conocido», añadió el que fuera agente del extinto KGB, para añadir que «sabemos también que en nuestro país la gente no quiere que haya una deriva como la que ocurrió en Kirguistán y Ucrania», en referencia a las llamadas «revoluciones de colores»..

Putin hizo estas declaraciones con motivo de una reunión con los miembros de su última creación política, el Frente Popular de Rusia, iniciativa que anunció impulsará de cara a las presidenciales de marzo para asegurarse su asalto al Kremlin en un momento en el que su partido, Rusia Unida, vive horas bajas.

La «preocupación» de Clinton

Mientras el todavía inquilino del Kremlin, Dimitri Medvedev, pedía desde Praga calma y un «exhamen exhaustivo» de las denuncias de irregularidades, Clinton señaló que «hemos expresado nuestras preocupaciones que creemos fundadas (...) Apoyamos los derechos y las aspiraciones del pueblo ruso por un futuro mejor», añadió.

Por contra, y en su alocución, Putin distinguió entre el «normal» envío de dinero desde el extranjero para proyectos humanitarios y la «inadmisible inyección de fondos extranjeros en procesos electorales», en referencia a ONG como Golos, financiada por Occidente para supervisar los comicios y que lidera las actuales protestas.

«Estamos decididos a defender nuestra soberanía», sentenció, frente a intentos «desestabilizadores de quienes buscan que no nos olvidemos quiénes son los dueños del planeta», señaló, en referencia a Washington.

Rusia «es y seguirá siendo una gran potencia nuclear, lo cual provoca ciertos temores de nuestros socios», señaló, para advertir, en torno a las manifestaciones anunciadas que, si bien «aquellos que atúan en el marco de la ley deben tener la posibilidad de ejercer su derecho, las fuerzas del orden público y el poder deben exigir el respeto a la ley por todos los medios legítimos». Toda una advertencia para los grupos que, a través de internet, han convocado para mañana sábado a una manifestación ante la Plaza de la Revolución en Moscú. Más de 20.000 internautas se han adherido, mientras el Kremlin ha advertido que no autorizará una marcha de más de 300 personas.

VKontakte, una de las redes sociales de internet más populares de Rusia, ha informado que el Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB) le habría presionado para no ceder su espacio virtual a los grupos que rechazan los resultados electorales.

Un grupo dependiente de la ONG Golos asegura que el partido en el poder habría inflado fraudulentamente hasta en 20 puntos sus resultados.

El «Observador Ciudadano» asegura que Rusia Unida no habría superado el 30% de votos (frente al 50% oficial) y da cuenta de que la participación fue nueve puntos menor de la anunciada. El estudio da mayor proporción de votos a las tres formaciones con representación parlamentaria (PCFR, Rusia Justa y los xenófobos panrusos del PLD) y llega a asegurar que la formación liberal Yabloko habría obtenido realmente en torno a un 8-10% de votos (muy por encima del 3,3%, que les ha dejado fuera de la Duma).