Los procedimientos democráticos sui géneris de la Junta Militar egipcia
La Junta Militar que ostenta el poder en Egipto no da señales de querer dejar las funciones legislativas en manos exclusivamente de las instituciones competentes. Así lo demuestra con la «nueva fórmula» que decidieron ayer, la creación de un consejo consultivo que participaría en la elaboración de la nueva constitución junto a los partidos políticos representados en el Parlamento. Se percibe un claro intento de restar peso a los islamistas, previsiblemente claros y contundentes vencedores de las elecciones, según los resultados provisionales, y que contarán con mayoría en el Parlamento que debería nombrar una Asamblea Constituyente. Sin embargo, mientras los islamistas rechazan cualquier injerencia a la hora de redactar la constitución, la Junta Militar afirma que tendrán que ponerse de acuerdo la Asamblea Constituyente, el Gobierno y el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas. Es comprensible el rechazo de los islamistas, pues podrá gustar más o menos la fuerza o fuerzas que logran la mayoría parlamentaria, pero en ningún caso es aceptable que en función de esas preferencias se modifiquen los procedimientos democráticos y, a la postre, se alteren los resultados electorales.