El ertzaina herido anteayer por disparos de escopeta en Loiola continúa ingresado en el hospital Donostia y se encuentra «estable dentro de la gravedad», según informó la Ertzaintza. Por lo que respecta a la mujer herida también por su ex pareja, de 48 años y que fue detenido, ya ha recibido el alta tras evolucionar bien.

El hecho de que la mujer fuera la ex compañera del agresor hizo que partidos e instituciones situaran lo ocurrido como un caso más de violencia machista. Sin embargo, el Departamento de Interior de Lakua considera que no fue tal. El hombre había protagonizado hechos así con anterioridad y se mostraba agobiado por su situación personal de parado. Al parecer, disparó indiscriminadamente desde el balcón de la vivienda, sin que su ex pareja fuera el objetivo del ataque.

Los hechos ocurrieron poco después de las 2.30 de la madrugada del sábado. El atacante se encuentra detenido. El peor parado fue un agente de la Ertzaintza de 29 años y residente en Gasteiz, dado que un disparo a bocajarro le seccionó la femoral y perdió mucha sangre. Esto le sitúa en cierto riesgo vital, que se mantiene hasta que pasen 48 horas desde que ocurrió el hecho, es decir, hasta hoy.

Ataque en Irun

Ayer se difundió un nuevo caso de violencia de género, afortunadamente frustrado. Ocurrió en Irun. Según explicó el Departamento de Interior de Lakua, una mujer evitó que se consumara una agresión golpeando con un paraguas al hombre, quien se dio a la fuga y posteriormente fue detenido por la Ertzaintza.

Siempre según esta fuente, los hechos sucedieron en la noche del sábado en la calle Alzukaitz de Irun, donde la víctima fue abordada por un individuo que la tiró, la arrastró por el suelo y le golpeó la cabeza contra el pavimento.

Ante la resistencia y los gritos de la chica, el individuo la agarró por el cuello con fuerza para impedirle respirar, momento en el que una mujer que había escuchado los gritos de la joven se asomó a la ventana de su casa y empezó a recriminar su actitud al agresor.

La versión policial afirma que el hombre arrastró entonces a la víctima hacia una zona oscura y apartada donde, tras propinarle golpes por todo el cuerpo, intentó agredirla sexualmente. Sin embargo, la vecina bajó a la calle para ayudar a la víctima y comenzó a pegar al agresor con un paraguas hasta que éste desistió y se dio a la fuga.

Mientras tanto, otras personas alertaron de lo sucedido a la Ertzaintza, una de cuyas patrullas localizó al agresor en las proximidades, escondido entre unos matorrales. Los agentes detuvieron al individuo, que presentaba heridas en una mano ocasionadas por la víctima en su intento de defenderse, y le imputaron sendos delitos de agresión sexual y lesiones.

En cuanto a la mujer agredida, fue trasladada a un centro sanitario para ser asistida de las contusiones y lesiones que presentaba.