«¿Y si sale mal?». Esta es la primera pregunta que a mucha gente se le pasa por la cabeza ante la decisión de poner en marcha un negocio. El miedo a que el proyecto no salga adelante o no de los frutos deseados es muy común entre los emprendedores. Desde Creativity Zentrum trabajan para asesorar a todo aquel que tenga en mente un proyecto, apoyarle en el camino y aportarle los medios necesarios. Este centro, ubicado en la calle San Francisco de Bilbo, destaca la importancia de arriesgarse a la hora de emprender una empresa y en ese sentido, afirma que aunque el riesgo de que no salga bien esta ahí, hay que ser consciente de ello y saber reinventarse ante un fracaso empresarial.

Por todo ello, Creativity Zentrum ha creado un nuevo galardón, denominado Premio Jano y destinado a empresarios o proyectos que han «caído» y han sabido hacer frente a las adversidades. El nombre del premio proviene de un Dios de la mitología romana que tenía dos caras. Cada una de ellas miraba hacia un lado, representando la dualidad entre pasado y futuro. «Según los romanos, este Dios aseguraba buenos finales, como seguro les ocurrirá a las personas que reciban el galardón», afirman desde Creativity Zentrum.

El pasado jueves se celebró en la sala BBK de Bilbo la entrega de la primera edición del Premio Jano. El elegido para recibir el galardón fue el cantante Gontzal Mendibil, conocido por dirigir el programa «La botica de la abuela» y que ha tenido que poner fin a su proyecto perdiendo grandes sumas de dinero. «Siempre pensamos que debemos premiar a la persona ganadora; nosotros creemos que realmente cuando más se crece es cuando uno se cae, y que lo más importante es saber volver a levantarse», afirma la responsable de Creativity Zentrum Nora De Busturia.

Impulsar la creatividad

Creativity Zentrum trabaja por crear una comunidad creativa, y para ello, se centran fundamentalmente en tres ámbitos. Por un lado impulsan la formación (learn) ofreciendo cursos y talleres en diferentes disciplinas como arquitectura, publicidad, artes plásticas, artes escénicas, diseño etc. Para ello colaboran con diferentes centros internacionales, como el London College of Fashion y New York Film Academy. Cuando crearon Creativity Zentrum, uno de los problemas que identificaron era que mucho talento creativo se marchaba fuera porque no había formación. «Se marchaban pero luego no regresaban y el talento se quedaba allí», afirma De Busturia. Por ello, con el fin de retener ese talento, decidieron traer la formación que ofrecían en otros paises.

Por otro lado, ofrecen asesoramiento en el proceso de creación de empresas (create). Al ser una asociación sin ánimo de lucro, no ofrecen financiación. No obstante, trabajan como intermediarios para que todos los proyectos cuenten con ayuda económica y material.

El tercer ámbito en el que trabajan es el de venta y exposición (show&sale). Según explica De Busturia, una vez que los proyectos están en marcha, los impulsores cuentan con una plataforma donde los puedan exponer a través de diferentes eventos que organiza Creativity Zentrum.

Otra de las características de este centro creativo es que cuenta con un espacio de coworking. Un espacio abierto, preparado para que aquellos emprendedores que no cuentan con los medio necesarios puedan sacar adelante su proyecto alquilando por el tiempo que quieran una mesa de trabajo en el espacio Co.lab. De Busturia explica que es una herramienta muy útil para proyectos que acaban de empezar y añade que trabajar en grupo es una experiencia muy positiva ya que intercambian ideas de las que muchas veces nacen proyectos comunes.

Sobre la acogida que ha tenido Creativity Zentrum entre el público, afirma que la respuesta ha sido muy positiva. «Nos hemos hecho un hueco entre la gente y hemos conseguido crear una comunidad», explica. Así, se ha convertido en un referente por lo que apuestan por seguir impulsando la creatividad y el talento que aún están por descubrir.