ANAITASUNA 34

CUENCA 27

Anaitasuna se aprovechó de que el Cuenca ya hubiese hecho los deberes -estaba clasificado para la Copa-, y pensase más en el turrón que en competir, para adjudicarse dos puntos muy importantes que le permiten encarar con tranquilidad el parón liguero y con mucho optimismo de cara a su objetivo de mantenerse en Asobal.

Desde el pitido inicial, el guion del partido respondió a esa diferente intensidad con la que saltaron ambas escuadras a la pista. La verde, muy metida, con gran fortaleza en defensa y sacando tajada de las facilidades que les permitían los conquenses en ataque. Que pasado el cuarto de hora los anfitriones ya doblaran en el electrónico (12-6) a los de Zupo Ekisoain -el técnico navarro se fue resignando a medida que avanzaba el choque y tuvo que aguantar los cánticos de una grada que no le aprecia demasiado- ya lo dice todo.

A partir de ahí, las diferencias nunca bajaron de los cinco goles a favor de los verdes, quienes mantuvieron su concentración durante todo el envite, sabedores de la trascendencia de lo que había en juego. Un incansable Maxi Cancio liderando el apartado defensivo -sólo le faltó la guinda del gol- y los dos estiletes que ayer fueron Paco López y Reig llevaron a su equipo hacia la cuarta victoria de la temporada en La Catedral.

Solo un parcial de 0-4 del Cuenca al inicio de la segunda parte, como conscuencia de la exclusión de Ragot y de varias pérdidas consecutivas de balón, hizo dudar de la victoria cuando los visitantes apuraron hasta el 21-16. Pero ni unos estaban por que la reacción se produjese, ni los otros por jugarse el físico antes de reunirse con sus familias en las vacaciones navideñas. Mejor para Anaitasuna.