El Frente Polisario pide ayuda a sus «hermanos» de Túnez, Libia y Egipto
El Frente Polisario aprovechó su decimotercer Congreso para pedir ayuda a sus «hermanos» de Túnez, Libia y Egipto. El presidente saharaui tildó de «ambiguo y paradójico» el papel de las potencias occidentales, mientras aumentan las voces a favor de «intensificar la intifada».
GARA | TIFARITI
En el marco de su decimotercer Congreso, el Frente Polisario instó a los pueblos árabes que se «han liberado de las dictaduras», en alusión a Túnez, Libia y Egipto, a ayudar a los saharauis en su lucha por la independencia. «Llamamos a nuestros hermanos para que ayuden a nuestro pueblo robado y asaltado en la lucha por la dignidad, la libertad, la democracia y la autodeterminación», remarcó Mohamed Abdelaziz, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). Consideró que sus reivindicaciones son similares a las que enarbolan los «revolucionarios» de los países árabes. Abdelaziz también fue muy crítico con el papel «ambiguo y paradójico» de las potencias occidentales que, según denunció, se alejan del conflicto saharaui. En concreto, criticó el apoyo a Marruecos por parte del Estado francés, que «mantiene un espíritu colonialista y sigue practicando campañas histéricas de denigración de la lucha del pueblo saharaui».
El representante de la RASD en la Unión Africana, Sidi Mohamed Omar, reiteró que los saharauis aspiran a edificar relaciones «más fraternales y sólidas con sus hermanos de esos países árabes, incluidos los libios. Esperamos que nos apoyen en nuestra lucha, que continúa después de tres décadas».
En su opinión, los vientos de cambio que soplan en el Magreb y en todo el norte de África desde hace un año y la solidaridad que han suscitado en todo el mundo quizá pueda beneficiar a la causa saharaui, pues «el objetivo es fundamentalmente el mismo. Esos pueblos reclaman sus derechos más elementales, en primer lugar, su derecho a la libertad. Nosotros luchamos por esos mismos derechos con todas nuestras fuerzas contra un Marruecos colonizador y dirigido por un régimen dictatorial».
Para la activista Soukaina Jed Ahloun, que llegó a Tifariti desde los territorios ocupados, la única diferencia es el estatus del «adversario». «Ellos lucharon para derrocar a sus regímenes, nuestra lucha es para expulsar a una fuerza ocupante», subrayó.
Asfari Sid Ahmed, defensor de los derechos humanos, abogó por «intensificar la intifada». «Debemos aumentar la presión sobre la fuerza colonial, tomar la calle, multiplicar las manifestaciones pacíficas en las ciudades ocupadas», subrayó.
En 2011 se cumplen 20 años desde que los saharauis y Marruecos alcanzaron un alto el fuego y cuatro desde que la ONU sentara a ambas partes para entablar unas negociaciones «directas, de buena fe y sin condiciones previas», que no han dado fruto alguno.
El posible regreso a la lucha armada ante la prolongada situación de impasse estuvo en boca de muchos de los asistentes al congreso, que finalizará el miércoles y no hoy, como estaba previsto. El presidente del Parlamento saharaui aseguró que esta cuestión «siempre está sobre la mesa».