Quinta victoria liguera en El Sadar
Consistencia para cerrar el ejercicio
Después de varios partidos con más eficacia que fútbol, los rojillos volvieron a la senda del triunfo con brillo, protagonizando una gran remontada en la última media hora frente a un Villarreal que está pagando cara su participación en Champions rozando el abismo.
OSASUNA 2
VILLAREAL 1
Natxo MATXIN
Osasuna cierra el calendario liguero de 2011 en puestos de Europa League... y en la gloria. Quién se lo iba a decir a una escuadra que caminaba errante de la mano de Camacho y que, con la llegada de Mendilibar, ha virado en redondo, primero logrando la permanencia con menos apuros la campaña pasada y ahora, pese a la notable revolución aplicada a la plantilla, pujando con clubes de mucho mayor presupuesto.
Ateniéndose a la estadística, la visita del Villarreal inclinaba a poner un «uno» en la quiniela. Los de Juan Carlos Garrido llevaban -y siguen llevando- nueve meses sin ganar fuera de casa y los rojillos todavía no han perdido en El Sadar en lo que se lleva de campeonato de la regularidad. La teoría, sin embargo, se iba al traste cuando apenas faltaba media hora para la conclusión del envite.
El gol conseguido por el peleón Marco Ruben le daba mucho oxígeno a los castellonenses y amenazaba con truncar la magníficia racha navarra. Parecía complicado darle la vuelta al adverso marcador, sobre todo por el rival enfrente, cierto que en horas muy bajas, pero sin negarle la gran calidad que atesora un conjunto que acaba de jugar Champions y ha tuteado a los más grandes.
Pero este Osasuna no se derrumba ante nada. Creyó en el revolcón y lo materializó. Más que por los cambios realizados -el técnico zaldibitarra intensificó sus opciones ofensivas dando entrada a Lekic y Cejudo-, por la fe y la confianza que le da el saberse con un amplio colchón respecto a lo que es su verdadera liga.
Sin el miedo al precipio, el cuadro rojillo eligió avivar el plan B del fútbol directo -hasta ese momento había priorizado el toque-, lo que, sumado a la frivolidad defensiva de Bruno y lo sembrado que está Ibrahima de cara al marco contrario, abrió la puerta a la esperanza con el quinto gol que anotó el delantero senegalés.
Apenas explotadas las bandas durante todo el choque -Ibrahima se perfiló más hacia el área y Lamah embrollándose en más de una ocasión-, lo lícito era explotar otras características que hacen de Osasuna un equipo peligroso en ataque, como las jugadas a balón parado. Así, un corner y un defensa obraron la remontada que colocaba a Osasuna en la zona noble y al Villarreal, al borde del abismo.
Por la izquierda
Hasta que llegaron los goles, ambas escuadras fueron midiendo sus fuerzas con más tiento que acierto, tentándose la ropa cada vez que se tiraron al río para buscar la meta contraria. El Villarreal, tocando el cuero con delicadeza y exactitud, aunque sin generar excesivo peligro, y Osasuna, sin dejarse intimidar, entremezclando salida a ras de césped con envío largo.
Las llegadas rojillas, casi todas las primeras por banda izquierda, con intensa presencia de un Satrustegi que está madurando a pasos agigantados, fueron contrarrestadas con alguna que otra acometida de Borja Valero, cortocircuitada también por el lateral de Atarrabia. El once villarrealense insistió en intentar sacar provecho de algunos agujeros en las bandas locales propiciados por el escaso bagaje defensivo de sus carrileros, espe- cialmente Lamah.
De hecho, a la media hora le faltó muy poco a Cani para obtener tajada de esa circunstancia y ponerse por delante en el marcador en una jugada en solitario, cuyo centro fue abortado entre defensa y Andrés Fernández. Previamente, Nino, Nekounam y Damià habían pretendido lo mismo, pero para los inte- reses locales.
Fue el propio iraní quien reflejó, con un zurdazo al travesaño, las intenciones de los anfitriones tras pasar por vestua- rios. Acelerar el paso para pillar a contrapié a su rival y mantener El Sadar como una reserva inexpugnable. Por contra, cuando mayor parecía el dominio de los de Mendilibar, llegó el batacazo del gol del submarino.
Un contratiempo que, lejos de convertirse en algo irremediable, espoleó a los rojillos como si tuviesen claro desde el principio que iban a superar, no sin esfuerzo, el último examen liguero de 2011. Y lo hicieron con nota ante un graderío entregado que no se puede quejar de lo que los suyos les están ofreciendo en los últimos tiempos, confiando en que no acabe.
El técnico rojillo, José Luis Mendilibar, explicó que una de las razones para la remontada rojilla fue que los suyos «sacaron adelante una situación muy complicada no sólo con el corazón, sino también con la cabeza. En ningún momento nos hemos vuelto locos perdiendo el sitio y propiciando que ellos nos hiciesen ocasiones a la contra», especificó.
De este modo, el preparador zaldibitarra sacó pecho sobre la versatilidad de su equipo, lo que le permite «jugar teniendo el balón, también hacerlo a la contra y de fútbol directo, en la variedad es donde está la virtud». Una capacidad que le permite mirar a sus teóricos rivales muy por encima, pero nada más. «Debemos mirar los puntos y no la clasificación. Lo primero es conseguir nuestro objetivo cuanto antes y después podremos empezar a soñar», indicó cauto.
La estrategia volvió a dar sus frutos -de un corner llegó el 2-1-, un aspecto que «se trabaja, pero no siempre funciona. La realidad es que tenemos buenos sacadores y gente agresiva en el remate, es otra posibilidad más», aunque no sólo a balón parado vive la escuadra navarra, sino que «debemos correr más que el contrario para ganar», destacó el míster rojillo.
El Villarreal, por su parte, se vio con el partido ganado y acabó perdiéndolo. «Fue a raíz del 0-1 cuando surgió el mejor Osasuna, el que practica fútbol directo y segundas jugadas, y que tan buen rendimiento le está sacando a ello. Han tenido más acierto en ese aspecto, pese a que estábamos haciendo un buen partido, teniendo la suficiente personalidad como para sacar el balón jugado y hacer desaparecer las virtudes de nuestros anfitriones», declaró el entrenador del club castellonense, Juan Carlos Garrido. N.M.
Está previsto que Mendilibar dé vacaciones a sus pupilos tras la disputa de la vuelta copera ante el Almería, que se jugará en El Sadar pasado mañana a las 21.00, y que cuenta con la ventaja del 1-3 de la ida. Por otro lado, la plantilla osasunista regresa hoy a las instalaciones de Tajonar para preparar dicho choque a partir de las 10.00.
El juvenil de División de Honor se impuso con goleada (4-1) en el derbi contra el Leioa y ocupa la quinta plaza, con 31 puntos, a cuatro de la cabeza. El de Liga Nacional se impuso al Cirbonero (0-7) y los cadetes ganaron en el doble duelo contra el Txantrea (5-1 y 0-1). La nota negativa la puso el Infantil A, que cayó con el Iruña (2-0).
