TVE no tenía intención de retransmitir en directo el partido en que la selección española femenina de balonmano podía conseguir la primera medalla de su historia. En su programación figuraba a las 20.15, en diferido, enviando la final Noruega-Francia que se jugaba a esa hora a las 00.30, para quien quisiera, o pudiera, verla... o grabarla.

Pero la pequeña rebelión que se montó en las redes sociales, en la que incluso participaron algunas jugadoras de la propia selección española desde Brasil, obligaron a alguien a rectificar para evitar bochornos ulteriores, alterando incluso el horario del Caja Laboral-Barcelona de la Liga ACB de baloncesto. Este, y no otro, es el respeto que tienen las instancias oficiales al deporte femenino, por bueno que sea.

En la pista, la mejor versión de la selección dirigida por los vizcainos Dueñas y Solar lograba el mayor éxito de la historia del balonmano femenino español, su primera medalla en un campeonato. La primera parte fue igualada, con Pedersen parando varios remates a bocajarro y Navarro dando la réplica.

En la reanudación el partido se rompió en el primer cuarto de hora. Pese a que Dinamarca se adelantó (12-10), Navarro entró en ebullición con cinco paradas en 10 minutos -acabó con un 54%, 19 de 35 lanzamientos-, mientras Carmen Martín (infalible desde los siete metros, 7 de 7) y Nerea Pena, con 3 goles cada una, lideraban un parcial de 0-6 que acabó con la moral danesa.

Un tiempo muerto propició una tímida reacción (14-16), pero la respuesta fue un parcial de 0-4 que establecía la máxima ventaja (14-20) y dejaba prácticamente sentenciado el triunfo.