Campeonato de Parejas
Zubieta, ordeno y mando
El zaguero de Etxarri estuvo pletórico y Aritz Lasa lo aprovechó a la perfección ante un Xala desquiciado.
XALA-LASKURAIN 12
ARITZ LASA-ZUBIETA 22
Asier AIESTARAN
Aritz Lasa y Zubieta lograron su primer triunfo del Parejas derrotando con autoridad a Xala y Laskurain en el Beotibar de Tolosa. El dominio mostrado por Aitor Zubieta en la zaga lo aprovechó a la perfección un entonado Aritz Lasa para romper los pronósticos que daban a los colorados como favoritos antes de empezar la contienda.
El zaguero de Etxarri cuajó una actuación sobresaliente. Mostró esa pegada especial que acostumbra, pero además supo defenderse cuando lo necesitó y ayudó a su delantero en todo momento. Sus gritos dentro de la cancha y sus pelotazos al nueve hicieron las delicias del respetable, que no dejó de asombrarse con un par de pelotas que llevó de sotamano, en la pared y con la zurda.
Pero, como se suele decir, los partidos los ganan los delanteros, y Aritz Lasa estuvo a la altura de lo que exigía su zaguero. Tras un inicio discreto, el de Urretxu se fue metiendo en el partido y con cada remate que terminaba en tanto su confianza iba creciendo. Le apuntamos, como mínimo, cinco tantos de artista: tres preciosos ganchos (9-11, 10-12 y 11-17) y otras dos dejaditas en el txoko (10-13 y 11-19).
Una silla a las gradas
No obstante, y a pesar de ver la espalda de Zubieta constantemente, no se puede decir que Aritz Laskurain hiciera un mal partido. El zaguero de Soraluze se empleó a fondo desde el primer tanto y, mientras las fuerzas le ayudaron, se las ingenió para quitar pelota a Lasa. Incluso fue capaz de meterle un gran tanto atrás a Zubieta, el 8-7, gracias a un espléndido pelotazo que arrancó los primeros aplausos de la tarde tras casi 25 minutos de fallos y parones.
Muy diferente fue la actitud de un Xala frío, que acabó desquiciado con un material sin chispa que no le permitió sacar su juego. El mejor ejemplo fue el 10-14 para azules, en el que Xala pidió vuelta por una estorbada de Lasa. El de Lekuine se enfrentó airadamente al juez Rufino Rekalde y pateó con violencia la silla de descanso mandándola a las gradas. La jugada pudo ser dudosa, pero no justifica la actitud de un Xala que no rindió a su verdadero nivel.