Los diputados de Amaiur hicieron ayer en Iruñea un balance de sus dos primeras semanas en el Congreso. Tras criticar los intentos del PP para «marginar» su voz en la Cámara madrileña, criticaron la falta de altura de miras del nuevo presidente español, Mariano Rajoy. «Es cierto que, en el debate de investidura, Rajoy no nos debía nada. Entendemos que habló a título personal. Pero minutos después, cuando asumió la Presidencia, heredó las cargas que eso supone y también su responsabilidad capital en la solución del conflicto político», subrayó Xabier Mikel Errekondo.

Los electos admitieron que llegaron «con la mano tendida» y se encontraron con «un PP inmóvil, aterrado, inmerso en sus obsesiones». No obstante, insistieron en que serán «perseverantes» en sus demandas. Amaiur recalca que ha ido a Madrid para buscar «una solución integral al conflicto» y destaca que «todos pueden y deben ganar. No habrá unos ganadores y unos perdedores, sino que todos ganaremos o perderemos». Esta afirmación agitó a los periodistas de los más de 30 medios de comunicación que asistieron a la rueda de prensa, que pidieron aclaraciones.

«Lo que Amaiur quiere es que todos los agentes implicados consensúen una salida en busca de una paz verdadera y justa, con la que todos nos sintamos identificados», afirmó Errekondo. «Si no, será como una herida mal curada, que vuelve a enfermar», continuó. En este sentido, afirmó que el conflicto ha sido calificado como político por agentes internacionales como Kofi Annan, Tony Blair, Bertie Ahern o Gerry Adams, quienes lo calificaron en Aiete como «el último de Europa». Errekondo sostuvo que «si Europa lo ve así, no entendemos por qué el Estado español lo ve de otro modo».

Esta solución pasa por «la inclusión de todos los proyectos políticos, incluido el independentista», ya que, si no, la sociedad vasca volverá a sentir «frustración», expuso. «Señor Rajoy, aproveche esta oportunidad que se nos brinda. Esté a la altura de las circunstancias. Escuche las voces que, incluso desde su partido, le piden valentía y altura de miras», demandó.

«Despojados» de grupo propio

El balance de estas dos semanas incluyó también críticas al PP por impedir que Amaiur cuente con un grupo propio en el Congreso, utilizando «una lectura forzada, interesada y forzada». A este respecto, Sabino Cuadra aclaró que el objetivo de Amaiur nunca ha sido el de tener ese grupo del que se ha visto «despojado», sino el de reivindicar el sentir de sus 333.000 votantes y avanzar en el proceso de pacificación abriendo cauces de diálogo con todas las fuerzas políticas del Estado español.

Aun así, anunció que se recurrirá la decisión al Constitucional (hay un mes de plazo) y se reivindicará políticamente y socialmente su derecho a formar grupo. Cuadra añadió además que el PP tiene miedo a que se siente en un mismo grupo un diputado navarro «junto a sus hermanos alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos».

Amaiur insistió en que el Estado español está inmerso en una doble crisis: la territorial y la socioeconómica. En este segundo bloque, la coalición mostró su «profundo rechazo a las políticas neoliberales del PP». Los diputados auguraron «más privatizaciones y recortes» que construirán «la profundización en las mismas políticas que causaron esta crisis y traerán un brutal recorte de los derechos laborales». Asimismo, aseguraron que se mantendrá la pérdida de empleos y que habrá más paro.

Frente a estas recetas, la propuesta de la coalición soberanista y de izquieras pasa por reivindicar «no sólo nuestra sobe- ranía política, sino también la económica. Tener un Estado vasco es buscar también una salida digna a la crisis». Amaiur defiende que «un Estado sin un buen sistema público es un Estado débil» y se comprometió a impulsar un «marco vasco de relaciones laborales y prestaciones sociales».