La Casa Real española publicó los ingresos del su rey y ayer casi todos los medios recogieron con esa noticia en primera página, la cual en los españoles, salvo raras excepciones, se convertía en aplauso y peloteo.

Casi todos ofrecían una cifra cercana a los 300.000 euros, aunque a algunos, como «La Razón», les parece poco. Según titular en primera de ese diario, «El sueldo de Don Juan Carlos es 2,6 veces menor que el de la reina holandesa y 4,4 que el de la danesa». ¡Es menester desfacer ese entuerto sin tardanza, vive el cielo!

Puestas a comparar, servidora prefiere el titular de «Público»: «El rey cobra cuatro veces más que el presidente», aunque es más acertado aún el de «Deia», que afirmaba: «Juan Carlos I admite ganar 24 veces el sueldo medio y oculta los gastos que le paga el Estado», y señalaba otras «ventajillas» económicas del rey español, como que no paga a la Seguridad Social y tiene un convenio con la Hacienda del Estado sobre las cantidades a declarar, no paga luz, agua, teléfono, calefacción, vivienda, viajes... ni el sueldo de 489 empleados, que ustedes se imaginan quién paga, ¿verdad?

Y «Abc» demostraba que todo es superable con su titular junto a la foto en portada del protagonista: «El Rey cobra 140.519 euros brutos al año». Y no aclaraba si tiene dificultades para llegar a fin de mes, pero sí que «percibe otros 152.233 para representación, según publicó ayer la Casa del Rey, en una decisión inédita». Ya, pero ni ellos lo tienen muy claro e intentan justificar lo injustificable con una excusatio non petita, y por tanto...

El diario monárquico también comparaba el pastón de ese rey, en este caso con el de algunos jefes de estado europeos que, en cualquier caso, cobran menos que el español y, por si el pequeño detalle aporta algo, han sido elegidos por los ciudadanos de esos estados. El vetusto diario titulaba su editorial «Transparencia ejemplar» y, según decía, «es incuestionable que la cantidad destinada al Rey ha sido rentable para España, si es que pueden cuantificarse los conceptos de estabilidad, unidad y equilibrio que Don Juan Carlos ha aportado a la democracia». Dicen cosas parecidas a las que decían referidas al anterior jefe de estado español. Pero sí, les parece poco el pastizal que se lleva el tío.