Los meses que han transcurrido desde las elecciones municipales de mayo han dejado en evidencia la soledad en la que se encuentra el equipo de gobierno de UPN en el Ayuntamiento de Iruñea, como se demostró en la votación de los presupuestos de la ciudad, que fueron rechazados, según destacó ayer el grupo municipal de Bildu.

Eva Aranguren, que compareció junto a sus compañeros Peio Martínez de Eulate y Arantza Oskoz, destacó que la oposición a UPN ha actuado de manera conjunta en numerosas ocasiones, en las que PSN, NaBai, Bildu e I-E han presentado mociones conjuntas y han votado en el mismo sentido.

De este modo, recordó que estas cuatro fuerzas presentaron una moción conjunta en contra de la modificación de la ordenanza de euskara que UPN quería llevar a cabo y que fue elaborada por organismos sociales y que también votaron conjuntamente en contra del recorte de los equipos preventivos de juventud en los barrios de Iruñea. «Se demostró que la posición mayoritaria estaba en contra de esta decisión de UPN, que buscaba la privatización», destacó Aranguren.

Ha habido otras mociones en las que también se ha manifestado la postura conjunta de la oposición ante recortes sociales en ámbitos como la reducción de la renta básica. Sin embargo el PSN no apoyó estas mociones por el pacto que mantiene en el Gobierno de Nafarroa con UPN, una circunstancia que se repitió en la iniciativa presentada en defensa del sistema público ante las amenazas de privatización.

La edil de Bildu recordó también que desde el grupo municipal abertzale impulsaron una reflexión sobre el carácter popular y abierto que deberían tener las fiestas, así como una reivindicación de la laicidad de las mismas.

Por ello, Aranguren destacó que el objetivo de Bildu para el próximo año será «impulsar una unidad de acción en la oposición» para demostrar que es posible gobernar Iruñea de una manera diferente a la que lo ha hecho UPN en estos últimos años.

El rechazo de los presupuestos presentados por UPN por el voto en contra de toda la oposición abre un nuevo escenario en el que el alcalde, Enrique Maya, deberá negociar con los grupos todos y cada uno de lo proyectos. En este sentido, Peio Martínez de Eulate destacó que Bildu tiene como prioridades la nueva biblioteca de San Francisco, una escuela infantil en euskara en Alde Zaharra, el ascensor de Etxabakoitz y un centro de día en la Txantrea.

Así, Bildu se ha marcado como retos «trabajar por una nueva priorización de servicios e inversiones que se ajusten a las necesidades de los barrios y de los vecinos, garantizar la continuidad de la labor de colectivos y asociaciones que trabajan en el ámbito social y cultural y trabajar para reforzar la unidad de acción entre abertzales, progresistas e izquierdistas para poder afianzar una alternativa a UPN en Iruñea».

Presupuestos participativos

En este sentido, Martínez de Eulate destacó a GARA la importancia de la dinámica para elaborar unos presupuestos participativos, en la que que el grupo de Bildu se reunió con agentes y vecinos de nueve barrios de la ciudad para recoger sus quejas y aportaciones.

«Si se hubieran aprobado los presupuestos de UPN, se acabó lo que se daba. Hubiera sido un gran paso atrás, porque eran unas cuentas muy restrictivas. Ahora, tenemos la posibilidad de incluir estas demandas que hemos recogido en los barrios. Cuando hablamos de presupuestos participativos no lo hacemos desde los mismos planteamientos que UPN, que destinó una partida de 500.000 euros y luego ni siquiera la utilizó. Puede parecer dinero, pero no lo es. Nosotros partimos de la idea de que son los vecinos quienes financian el Ayuntamiento mediante sus impuestos y, por ello, tienen que tener poder de decisión sobre el gasto», explicó Martínez de Eulate.

Un ejemplo del nuevo escenario es la escuela infantil en euskara en Alde Zaharra. Se trata de una reivindicación de años por parte de padres y madres que actualmente tienen que optar entre enviar a sus hijos fuera del barrio en euskara o matricularles en castellano. «UPN ni siquiera lo había previsto en sus presupuestos, a pesar de que es una demanda de una parte de la ciudadanía de Alde Zaharra. Esta cuestión surgió en la reunión que mantuvimos con los vecinos y es una prioridad para nosotros», explicó.