El nuevo ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, entiende que la política penitenciaria es un instrumento «muy potente y muy válido», que pretende aplicar «con inteligencia» para que contribuya a la desaparición definitiva de ETA.

Fernández Díaz se pronunció así en declaraciones a Onda Cero tras ser preguntado por la política que seguirá Interior en relación con el acercamiento de presos políticos vascos, cuestión que depende exclusivamente del Ministerio que dirige y que es defendida ya incluso por el Gobierno de Lakua tras el cese definitivo de la lucha armada de ETA.

El responsable de Interior, colaborador muy estrecho de Mariano Rajoy durante toda su carrera, admitió que «es evidente que existe discrecionalidad» en la práctica de esa política, dado que el Gobierno la modifica a su antojo, aunque matizó que «no se trata de arbitrariedad». Y defendió que en cualquier caso debe ser «ejercida con inteligencia» para buscar sus objetivos.

En este punto, Jorge Fernández Díaz puso el acento en que no basta con que ETA haya dejado de atentar, sino que tiene que dejar de existir, y agregó que ése será el objetivo básico de la política carcelaria.

A partir de ahí, Jorge Fernández Díaz se extendió en algunas obviedades, como que «todos los ciudadanos españoles son iguales ante la ley y, por supuesto, no va a haber, por el hecho de haber pertenecido a una organización terrorista, ningún tipo de privilegios en relación con el resto de los reclusos».

Yuste y Torres-Dulce

Poco después se daba a conocer que la responsabilidad de gestionar la política penitenciaria se ha puesto en manos de Angel Yuste, que sustituirá a Mercedes Gallizo. Yuste es un viejo conocido para los presos políticos vascos, dado que ya ocupó ese mismo cargo en los gobiernos de José María Aznar. Posteriormente ha desempeñado cargos de otro tipo en el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

El Consejo de Ministros de hoy propondrá además que el nuevo fiscal general del Estado sea Eduardo Torres-Dulce, que hasta ahora ha sido fiscal en el Tribunal Supremo. La designación tiene el impulso del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

También se materializará hoy el nombramiento de los máximos responsables de la Policía española y la Guardia Civil. El Gobierno del PP elimina el Mando Único que impuso Rubalcaba en 2006. La Policía será dirigida por Ignacio Cosidó, diputado del PP experto en Interior, y la Guardia Civil, por Arsenio Fernández Mesa.