Imanol INTZIARTE | DONOSTIA

Las previsiones económicas para el año 2012 llevan el pesimismo por bandera. Escaso crecimiento, cuando no nulo o incluso negativo. Un factor que se liga directamente al empleo, al menos así lo hacen la mayoría de quienes dictaminan el rumbo a seguir. Sin crecimiento económico no se generará empleo. Es el común denominador en todos los análisis.

En el sector público, la palabra más empleada ha sido «recortes». Prueba de ello son los presupuestos que deberán gestionar las principales instituciones. La bajada de los ingresos supone, lógicamente, una menor capacidad de gasto.

El Gobierno de Patxi López dispondrá de un 1% menos que en 2011. Todos los departamentos menos el de Presidencia y el de Obras Públicas, Transportes y Vivienda sufren recortes. En Nafarroa, el Ejecutivo UPN-PSN aprobó unas cuentas inferiores en un 2,95% a las anteriores. En este caso, también salen indemnes las infraestructuras.

La respuesta a ambas situaciones se llama Tren de Alta Velocidad (TAV), un proyecto faraónico que vive por ahora en una burbuja al margen de la crisis y para la cual no se escatiman recursos públicos.

El descuento del 7% que Lakua ha aprobado en la asignación para la Renta de Garantía de Ingresos pesará como una losa sobre los más desfavorecidos. Por otro lado, en las primeras semanas del año se dará a conocer el «decretazo» unilateral, ante el rechazo en bloque de los sindicatos, que menguará los recursos para la función pública.

En Nafarroa la macedonia de tijeretazos en los más diversos servicios sociales se verá aderezada con privatizaciones como la de las cocinas de Osasunbidea. Se avecinan doce meses de intensas movilizaciones en defensa de los derechos que tantos años ha costado conseguir.

Las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tampoco están para grandes alegrías. Será interesante comprobar la evolución de los diferentes modelos de gestión propuestos sobre la mesa, el de PP y PNV en los dos primeros casos, y el de Bildu en el tercero.

Sector privado

No pintan mejor las cosas para el sector privado, si nos atenemos a las palabras de sus máximos representantes. A finales del pasado noviembre, el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ya auguraba que al menos el primer semestre «va a ser de crecimiento cero o de crecimiento negativo». La temida recesión llama a las puertas.

El máximo representante de la patronal de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa volvía a comparecer anteayer e insistía en sus agoreras previsiones hasta junio, con la pérdida de unos 3.000 empleos más, aunque al menos abría una ventanilla a la esperanza para la segunda parte del curso.

Lujua achacaba sus augurios a que la economía «está francamente mal» en Europa, y recordó que la CAV exporta básicamente el 50% al continente, y dentro de Europa, un 70% a Alemania y al Estado francés.

«Importan menos y nosotros producimos menos. Por lo tanto, la crisis se nos ha quedado en Euskadi. Parecía que íbamos a salir con el primer semestre de 2011, pero hemos caído en una situación de falta de producción por la falta de pedidos, y la situación será francamente crítica y difícil durante el 2012». Y añadía otro dato: «Las empresas se financiaron con créditos en 2009, ha llegado el vencimiento de créditos en 2012 y la economía no ha mejorado». Los bancos no afloran circulante y así es imposible invertir.

Las perspectivas no son mejores en Nafarroa. El presidente de la Cámara Navarra de Comercio e Industria, Javier Taberna, sentenciaba que los próximos meses van a ser «duros, de esfuerzo, de recortes, de ajustes y de apretarnos todos mucho el cinturón».

A su juicio, las medidas anunciadas por el Gobierno español «están en el buen camino», especialmente las referidas al mercado laboral y la reestructuración de la administración pública, por lo que 2012 podría dar inicio a una senda que «apuntará hacia el crecimiento en los siguientes años». Taberna declaró que el «crucial» acceso al crédito se va a seguir deteriorando en 2012 por la anunciada culminación de la reestructuración del sector bancario.