El Acuerdo de Gernika insta a Rajoy a colaborar en el avance del proceso
Los firmantes del Acuerdo de Gernika consideran que el Gobierno español debe dejar de ser «preso de sus propias palabras» y «empezar a dar pasos para que el nuevo escenario avance». Al hacer balance de 2011, recordaron que por su parte termina con el «reconocimiento para con todas las víctimas del conflicto». De cara al nuevo año, reclamaron a Mariano Rajoy «el respeto a los derechos básicos de los presos».
GARA | BILBO
Una representación de los colectivos políticos, sociales y sindicales que han suscrito el Acuerdo de Gernika exigió ayer al nuevo Gobierno español y al PP que «no continúen siendo presos de sus propias palabras y de sus principios por más tiempo», y que «escuchen el clamor de la sociedad vasca y se permitan hacerle caso». «Para que este nuevo escenario avance, ustedes también tienen que empezar a dar pasos», subrayaron antes de concretar que «el primero de ellos debe ser el respeto a los derechos básicos de los presos».
Lorena Bilbao y Jon Garai tomaron la palabra como portavoces ocasionales del Acuerdo de Gernika en una rueda de prensa en la que también se hizo balance de 2011, subrayando que ha sido «el año de la esperanza», por la celebración de la Conferencia Internacional de Donostia y, sobre todo, por «la histórica decisión de ETA al anunciar el cese definitivo de su actividad armada» el pasado 20 de octubre. Como recordaron, la Declaración de Aiete marcó el «recorrido que deben hacer todas las partes» para consolidar la paz y, en su opinión, ETA activó «el punto de partida a dicho recorrido».
No obstante, advirtieron, ahora les corresponde a los estados español y francés, así como a todos los partidos políticos con implantación en Euskal Herria, asumir su responsabilidad y «comenzar a caminar».
Comentaron también que los agentes que conforman esta plataforma cierran el año mostrando su «reconocimiento para con todas las víctimas del conflicto», en alusión al documento que hicieron público el 17 de diciembre.
«La historia será testigo, pero será la sociedad vasca quien juzgue a cada cual», afirmaron. Y reiteraron que se ha creado una «ocasión inmejorable» para «cerrar definitivamente» el conflicto político, cuya solución tendrá que hallarse «en un proceso sin vencedores ni vencidos».
Durante su repaso al año que concluye, no olvidaron que el Estado español mantiene la ilegalización de la izquierda abertzale, el acoso a jóvenes independentistas, las detenciones relacionadas con el conflicto y el riesgo de que las personas arrestadas sean torturadas.
Fernando Grande-Marlaska dictó ayer un auto en el que autoriza la movilización que, bajo el lema «Eskubide guztiekin, euskal presoak Euskal Herrira», tendrá lugar el próximo sábado en Bilbo. No obstante, impone una serie de condiciones sobre cómo debe desarrollarse. El auto vino motivado por la denuncia presentada por Dignidad y Justicia, que planteó la prohibición de la manifestación convocada por Egin Dezagun Bidea y que ya ha recibido más de 10.000 adhesiones a título individual y de distintos grupos políticos, sindicales y sociales. Según informó Europa Press, en contra del criterio de la Fiscalía, que solicitó la suspensión del acto, el juez impide que al lema de la convocatoria pueda incorporarse el término «presos políticos» o que se exhiban fotografías de prisioneros.
Tras indicar que esas dos circunstancias determinan «una voluntad de justificar sus criminales conductas y un correlativo menosprecio de quienes han sufrido la violencia», ordena a los ejecutivos de Iruñea y Lakua, y a las dos delegaciones del Gobierno español que den las órdenes oportunas para que «se retiren los anuncios» que incluyan imágenes o referencias a «presos políticos». GARA
El Acuerdo de Gernika reclama a Madrid que, como «primer paso», cambie la política penitenciaria. Y subraya la importancia de la movilización social: «El 7 de enero, todos de Gernika a Bilbao en el camino de la amnistía porque, para solucionar el conflicto, queremos a los presos en casa».
