El Ibex terminó el año con un descenso acumulado del 13,11%. En la última sesión pudo arañar un 0,92%, pese a la mala previsión de déficit presentada por el Gobierno de Mariano Rajoy. El próximo lunes comenzará con 8.566,30 puntos. Las caídas anuales también han sido importantes en París (-16,95%) y Fráncfort (-14,69%), mientras que Londres (-5,55%) pudo contener mejor el descenso. En la jornada de ayer, el CAC ganó un 1,03%, el Dax, un 0,85%, y el FTSE 100, un 0,10%. El día, con todo, tuvo escaso interés. Dentro del Estado español, apenas se reflejó el jarro de agua fría en forma de elevado déficit público para este año, en torno al 8% frente al 6% previsto con anterioridad por el Gobierno Zapatero. Se siguió la tónica de jornadas anteriores, con volumen escaso de dinero y leves movimientos en las gráficas. El mismo camino seguían las negociaciones en Wall Street a la hora del cierre en Europa, aunque había una cierta divergencia entre el comportamiento del Dow Jones, a la baja, y el Nasdaq, al alza. Mientras tanto, el S&P 500 trataba de asegurarse las ganancias anuales a última hora. En el Ibex, los más entonados fueron Sacyr (+3,66%), Bankia (+2,74%) y Gamesa (+2,36%). Los números rojos estuvieron encabezados por IAG y Caixabank, que bajaron más de un 1%. Entre los valores de más peso, sobresalió el avance del BBVA (+2,14%). En París, el mejor fue Société Générale al apuntarse un 3,05%, aunque se deja cerca de un 60% en 2011. Lafarge, Saint Gobain, Vinci y Safran también pudieron reducir algo sus cuantiosas pérdidas. Sólo Accor (-0,28%) finalizó en rojo.