Ibon ARRIETA | futbolista
«A veces me da pena y mucha rabia que en casa sea casi un desconocido»
Arrieta es un delantero goleador. Pese a tener 34 años, continúa con ganas de jugar. Ha tenido problemas con su último equipo, el Pandurii de la Primera División de Rumanía, pero tras estar año y medio sin poder jugar, en breve volverá a los terrenos de juego y el CD Palo será su próximo destino, si no hay cambios de última hora. Allí tratará de demostrar que no se le ha olvidado jugar a fútbol.
Jon LEUNDA
Ibon Arrieta es uno de los futbolistas vascos que más ligas conoce. Ha jugado entre otros, en España, Portugal, Inglaterra, Grecia, Israel o Rumanía. Ahora mismo se encuentra sin equipo, pero parece que se va a incorporar al Palo, equipo malagueño de la Tercera División.
¿Cuál es su situación actual?
Ahora mismo estoy libre. He estado metido en juicios con mi exequipo, el Pandurii de la Primera División de Rumanía, y después de estar un año y medio sin poder jugar ya lo puedo hacer y estoy satisfecho.
¿Qué es lo que pasó en Rumanía?
Estaba jugando, metiendo goles, pero llegó un nuevo entrenador y quiso cambiar el equipo. Trajo a sus jugadores, le empezaron a sobrar otros y dejó de contar conmigo. Luego, me quiso echar del equipo, pero yo he querido defender lo mío. Lo peor ha sido el tiempo que he tenido que perder sin poder jugar.
¿Después de estar un año y medio sin jugar, cómo se encuentra?
Bien. Durante este tiempo he estado entrenando, me he seguido cuidando y físicamente me encuentro muy bien. Ahora tengo opciones para jugar y quiero hacerlo, pero no va a ser por dinero. He abierto un negocio en Málaga, y el Palo, que juega en Tercera, está muy interesado, seguramente acabaré allí. Si no es este fin de semana, al siguiente espero estar jugando.
¿Se puede decir que ha cumplido su sueño?
Sí. Cualquier niño que quiere ser futbolista sueña con jugar en Primera División y yo lo he hecho en varias ligas diferentes. Además, el fútbol me ha dado la opción de conocer a mucha gente, diferentes culturas y me ha abierto muchas puertas. Pienso que soy un privilegiado.
¿No es una pena que en casa sea casi un desconocido?
Sí, y a veces me da mucha rabia, pero en el momento que sales de casa tienes que ser consciente de que puede pasar esto. De todas formas es muy penoso. Una o dos veces al año juega la Euskal Selekzioa y a mí nunca me ha llamado y es una espina que tengo clavada. Ha habido temporadas que estaba jugando en Primera, marcando goles y a la selección iban jugadores que estaban jugando en Segunda, y lo digo con todo el respeto del mundo. Este mismo año, Murillo y Pintado están haciendo una gran temporada en el AEK Larnaca, han jugado la Europa League y ninguno de los dos ha estado en la convocatoria. La selección no es oficial y somos los futbolistas que estamos fuera quienes llevamos por el mundo el nombre de Euskal Herria, y jamás se acuerdan de nosotros. Pienso que merecemos algún reconocimiento.
¿Ha tenido algún problema para poder cobrar al final de cada mes?
No, y me siento un privilegiado. Veo a muchos jugadores con tantos problemas, que la situación me parece muy penosa. La crisis ha llegado a los clubes y tengo claro que cada vez va a haber más equipos amateurs.
¿Donde ha vivido sus mejores momentos?
A nivel deportivo en Portugal. Hice muy buenas temporadas en el Chaves y el Estoril y me abrieron muchas puertas, aunque en el Sporting de Braga no me salieron bien las cosas. A nivel personal en Israel, vas con una idea y luego es diferente.
¿Le queda cuerda para rato?
Tengo 34 años, pero me encuentro muy bien y si las lesiones me siguen respetando espero seguir unos cuantos años más.