Internacional
Despedidas con las botas puestas
Mientras futbolistas como Rivaldo o Giggs siguen dando lecciones de fútbol, el pasado año dijeron adiós jugadores de talla internacional como Ronaldo, Vieira, Scholes, Van der Sar o el «Loco» Palermo, dejando al fútbol mundial un poco más huérfano.
Joseba VIVANCO
Tres excampeones del mundo se despidieron durante 2011 tras haber iluminado con su talento el final del siglo XX y la primera década del XXI. El delantero brasileño Ronaldo, el centrocampista francés Patrick Vieira y el defensa italiano Fabio Cannavaro fueron de los que pasaron página. «La pelota me lo ha dado todo», dijo hace poco otro veterano que se resiste a colgar las botas, como es Juan Román Riquelme. Ni Maradona, ni Messi, «el que la inventó es un verdadero ídolo, el más grande de todos», sentenció el de Boca. Claude Makelele, Paul Scholes o Matías Almeyda, o los talentosos Marcelo Gallardo o Iván de la Peña fueron otros nombres propios que pisaron el verde por última vez el pasado curso.
Mención expresa en estas líneas requiere Ronaldo, el natural heredero de O Rei Pelé, aunque viendo cómo se las sigue gastando el carioca -«a Maradona no lo llevaría en coche ni aunque me lo encontrase un día de lluvia. ¿Y Romario? Cuenta también los goles que marcó en la playa», dijo este año-, no sabemos si el exbarcelonista y exmadridista aspiraba a tanto. «Muchos deben estar arrepentidos ahora por haberse burlado tanto de mi peso, pero no guardo rencor a nadie. Siento como si este anuncio fuese mi primera muerte. Resulta muy duro dejar algo que me ha hecho tan feliz», manifestó triste el día de su despedida.
Tres adioses en Old Trafford
Resulta llamativo que justo en la temporada en la que Alex Ferguson cumplía 25 años en el banquillo del Manchester United, tres históricos red devils se retiraban. Uno de ellos el pelirrojo Paul Scholes, todo un monumento del ManU, que a sus 36 años pasó página. Hasta más allá, hasta los 40 años igualando al mítico Dino Zoff, llegó el cancerbero oranje Edwin van der Sar, elegido mejor portero europeo en 4 ocasiones, y que decidió que ya era hora de «dedicar más tiempo a la familia».
También lo hizo el gran capitán Gary Neville. «Dejar el United es algo así como asomarse al precipicio», ha dicho en su reciente autobiografía, en la que dejaba algunos mensajes para aquellos que les sucedan a él y a otros en el `Teatro de los Sueños': «Le decía a los chicos que si pensaban que algo malo pasaba en su vida, que mirasen la camiseta que llevaban. Llevar la camiseta del United significa que lo estás haciendo bien». Y un último consejo para ellos: «Si el entrenamiento empezaba a las cinco sabía que tenía que estar a las cuatro y cuarto. Lo tenía que hacer para intentar trabajar y llegar al nivel de chicos como Scholes o Giggs».
En Dinamarca, entretanto, se registró la marcha de su consumado goleador Jon Dahl Tomasson, mismo camino elegido que su vecino finlandés Sami Hyypia, el sólido defensa de 37 años que se despidió en el Bayer Leverkusen, su último equipo después de haber sido el líder de la zaga de Anfield Road durante una década.
El fútbol sudamericano también ha registrado sus particulares adioses. Es el caso del defensa y exvalencianista Roberto Ayala, que ya no se llevará más balones por alto; o del volante defensivo Matías Almeyda, quien, de la noche a la mañana en 2011, pasó de ser jugador a técnico de River Plate, al poco de producirse su histórico descenso a segunda división, y eso después de haberse retirado en 2005 asqueado del fútbol exitista y haber vuelto a jugar en 2009. «Me retiré a los 30 para dedicarme al campo. Pero con el tiempo me di cuenta que no me hacía feliz. Me llevó unos años darme cuenta, terminé vendiendo todas las vacas», reconoció.
Pero el gran adiós fue el del irrepetible delantero el Loco Martín Palermo, incomprendido en Europa pero ídolo y máximo goleador de la historia en Boca Juniors (236 tantos en 404 partidos). «Agradecimiento al fútbol, por todo lo que me ha dado. Los jugadores siempre decimos que habría que tener una pelota de fútbol en nuestra mesita de luz para agradecerle siempre, cuando nos acostamos y cuando nos levantamos. Y creo que es así: uno vivió 15 o 20 años de la pelota. Le debo mucho y le estaré agradecido por siempre», reconoció el jugador al que la hinchada de la Bombonera de Boca le despidió regalándole una de las porterías.
De forma similar concluyó su carrera Marcelo Gallardo. El pequeño centrocampista (1,65 m) albiceleste anunció su retirada a principios tras cumplir una última campaña en el Nacional de Montevideo, antes de reconvertirse en su entrenador. Y el Muñeco ha tenido un debut inmejorable en el banquillo, ya que, unos meses después, levantaba su primer trofeo.
Fueron algunos nombres propios de estas despedidas. Otros, como los Inzaghi, Rivaldo, Giggs y hasta el levantinista Ballesteros siguen en la brecha. Ya lo dijo una vez el sabio presidente Santiago Bernabéu, «no hay jugadores jóvenes o viejos, los hay buenos y los hay malos».
Un 2011 que ha estado marcado por el inesperado triunfo de las Nadeshiko japonesas en la Copa del Mundo femenina; el triunfo de Uruguay en la Copa América 16 años después; el primer triunfo de su historia para la selección de Samoa Estadounidense, 2-1, ante Tonga, 16 años después y tras 30 derrotas consecutivas; la clasificación de Libia para la Copa de África que se disputa este enero; la participación comprometida del histórico Al Ahly de El Cairo en la revuelta egipcia, tanto de jugadores como de su afición; la pérdida de categoría por primera vez en su historia del mítico River Plate; la disputa de Palestina de su primer partido oficial en casa, en el estadio Al-Ram, de Ramala, ante Afganistán; la muerte del Doctor Sócrates; el centenario del fútbol en un país tan poco futbolero como Cuba, que también despidió a los 98 años a una figura legendaria de su balompié, Juan Tuñas, conocido como Romperredes por su gran potencia de disparo, y porque durante un campeonato destrozó literalmente la red de la portería de un tremendo cañonazo... Pero por delante se abre todo un 2012 en el que la Copa de África será el preludio de torneos como la Eurocopa de Ucrania y Polonia o el de los JJOO de Londres, de las finales continentales de clubes o las Copas mundiales femeninas sub17 y sub20, además del desarrollo de la competición camino de Brasil 2014. Pero antes de todo eso, este 9 de enero, la FIFA entregará los premios a los mejores de 2011 en su gala del Balón de Oro. ¿Será esta vez para Cristiano Ronaldo? J.V.