ANTE LA MANIFESTACIÓN DE BILBO
La marcha será silenciosa ante los intentos de «enrarecer el ambiente»
Los convocantes de la manifestación del sábado anunciaron ayer que la marcha será silenciosa ante los intentos de «enrarecer el ambiente» que han detectado por parte de la Audiencia Nacional española y el Departamento de Interior del Gobierno de Lakua. La Consejería de Rodolfo Ares había hecho pública una nota con claro interés de reducir la asistencia.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
La manifestación será silenciosa. No habrá, por tanto, excusa para que la posible existencia de determinados gritos dé lugar a una carga de la Ertzaintza. Los organizadores de la marcha anunciaron ayer su decisión y la justificaron en la constatación de que hay intentos de «enrarecer el ambiente».
Después de que la Audiencia Nacional dictara que la manifestación podría celebrarse con ciertas restricciones ya conocidas en estos casos, el Departamento de Interior hizo pública ayer una nota en la que incidía especialmente en las prohibiciones dictadas por el juez Fernando Grande Marlaska y en el aviso de que la Ertzaintza procedería a disolver la marcha en caso de no cumplirse estas.
El auto judicial había dejado clara la legalidad de la convocatoria y de las pancartas y lemas que iban a presidir la manifestación. En concreto, Grande Marlaska hacía referencia al lema «Euskal presoen eskubideen alde» («A favor de los derechos de los presos vascos») y a la pancarta con el texto «Eskubide guztiekin euskal presoak Euskal Herrira. Egin dezagun bidea» («Con todos los derechos, presos vascos a Euskal Herria. Hagamos el camino»). El juez especificaba también que el acto debería limitarse a la petición de derechos como «traslado a las cárceles de su entorno, otorgamiento del tercer grado, libertad condicional, excarcelación de quienes padezcan enfermedades terminales, derogación de la denominada `Doctrina Parot'».
Señalaba, además, la prohibición de exhibir fotos de los encarcelados y referirse a ellos como «presos políticos», con orden de disolver la manifestación si se daba alguna de estas últimas circunstancias.
Pese a los recortes a la libertad de expresión y de manifestación que se deducen del auto, lo cierto es que la mayor parte de las manifestaciones que se convocan últimamente ya se mueve en ese ámbito de restricciones.
Sin embargo, el Departamento de Interior decidió ayer hacer expresamente pública su decisión de disolver la manifestación si no se cumplían las directrices de la Audiencia Nacional. La Consejería de Rodolfo Ares destacaba que la Ertzaintza ya tenía preparado el dispositivo para controlar la marcha y, en lugar de apuntar que, por ejemplo, no había problema alguno para gritar «Euskal presoak Euskal Herrira», intentaba hacer ver que cualquier consigna sobre los presos podría dar lugar a una carga, lo que sólo puede entenderse como un intento de amedrentar a los posibles participantes.
Ante estos intentos de «enrarecer el ambiente» previo a una manifestación que se anuncia como histórica, los convocantes de la misma hicieron pública ayer la decisión de que la marcha sea silenciosa.
El consejero regional Frantxua Maitia anunció ayer que remitirá una carta al candidato a presidente del Estado francés por el PS, François Hollande, para que apueste en favor del proceso de resolución del conflicto abierto en Euskal Herria. Además, mostró su adhesión a la manifestación de Bilbo.
Maitia, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia, se mostró muy crítico con la actitud que está manteniendo el Estado francés ante los nuevos tiempos que se dan en Euskal Herria. Una actitud que no dudó en calificar de «negativa». El consejero del PS sostiene que, después de la Conferencia Internacional de Donostia y de que a los tres días ETA anunciara su decisión de poner fin a la actividad armada, es imprescindible que el Estado francés se muestre dispuesto a hacer movimientos.
Por ello, declaró su intención de remitir una carta a François Hollande para que dé muestras de implicación a favor del proceso.
Preguntado por los pasos que debieran darse en este momento, comentó que deben ser puestos en libertad los presos que ya han cumplido las condiciones para ello y que el resto deberían ser repatriados a Euskal Herria. El consejero regional también mostró su adhesión a la manifestación de Bilbo.
Por su parte, el senador vasco Jean-Jacques Lasserre, del MoDem, tiene registrada en el Senado francés una pregunta oral al ministro de Interior donde le pide que explique las medidas que el Gobierno tiene previsto adoptar sobre el proceso abierto en Euskal Herria. Está previsto que sea contestada en la sesión de la Cámara Alta del 24 de enero. GARA