En poco menos de un año de existencia, sus 3.000 localidades han permitido al frontón Bizkaia del barrio bilbaino de Miribilla convertirse en el epicentro actual de la mano profesional. Al margen de las grandes finales, el gigante de pizarra negra se ha hecho con el monopolio de los grandes partidos y esta tarde se estrenará en una nueva faceta, la de convertirse en el banco de pruebas en el que Aspe y Asegarce quieren testar las posibilidades y el tirón del cinco y medio por parejas, una modalidad inédita, ideada en principio para hacer de puente entre el Cuatro y Medio y el Parejas, pero que el aplazamiento de la final entre Aimar Olaizola y Juan Martínez de Irujo retrasó a este final navideño.

En principio, se antoja complicado que la modalidad pueda tener mucho más recorrido que el de completar el calendario competitivo, pero la impresión era similar cuando en 1989 las empresas apostaron por recuperar el cuatro y medio, del que no se había celebrado un campeonato desde 1959.

Cuenta la hemeroteca que en la primera edición del acotado individual, surgido por iniciativa de ETB siguiendo el éxito del torneo aficionado de Elgeta, solo hubo cuatro participantes -Julián Retegi, Ladis Galarza, Joxean Tolosa y Martin Alustiza- y que en la final en la que el de Eratsun se impuso por 22-6 al de Baraibar, jugada un viernes por la noche, solo se acercaron unos 200 aficionados al frontón donostiarra de Anoeta. Dos décadas después, los dos números uno de esta especialidad en la actualidad, abarrotaron el frontón más grande en la última final del Cuatro y Medio.

Medio cuadro

Con anterioridad, ya se han programado partidos e incluso mini-torneos similares, con partidos por parejas dentro del cinco, principalmente con cuatro delanteros, aunque Aspe también probó con dos delanteros y dos zagueros en alguna ocasión.

En este nuevo intento de buscar novedades con las que atraer al público, las empresas amplían la distancia en medio cuadro, una diferencia que parece imperceptible, pero que Iñigo Salbidea, rector de Asegarce, consideró de muy importante el día de la presentación del I Torneo Bizkaia, allá por finales de noviembre. «Es una competición a la que le hemos dado muchas vueltas. Cuando hemos jugado partidos por parejas dentro del cinco, ha habido gente que ha dicho que los pelotaris se podían atropellar entre ellos y no terminaba de convencer. Nosotros, desde el punto de vista técnico, entendemos que ese medio cuadro que le damos es muy importante. Va a haber partidos en los que los zagueros tengan mucho que decir. Parece mentira pero medio cuadro tiene mucha importancia en el desarrollo del juego», señaló.

En principio, estaba previsto que este torneo se disputara entre el 8 y el 10 de diciembre, aprovechando el puente, pero la Diputación de Bizkaia aceptó el aplazamiento a estas fechas para que Aimar Olaizola pudiera disponer de una semana más para preparar su final de la jaula contra Martínez de Irujo, en la que consiguió calarse su quinta txapela de la especialidad.

Este cambio de fechas ha traído consigo una pequeña variación en la programación inicial, ya que Miguel Merino ocupará el lugar de su hermano David, que terminó con la derecha tocada en el último partido del Parejas, que se toma una semana de descanso.

Este Torneo Bizkaia es una especie de respiro dentro del larguísimo campeonato organizado por las empresas, en el que muchos de los pelotaris cambiarán sus parejas por una semana. En la primera semifinal, a partir de las 19.30, Titín III hará pareja con Barriola para enfrentarse a Irujo-Merino, mientras que en la segunda, Pablo Berasaluze-Beroiz se medirán a Olaizola II-Patxi Ruiz, la otra novedad.