El presidente afgano, Hamid Karzai, dio ayer su visto bueno al inicio de conversaciones bilaterales entre los talibanes y EEUU y a la decisión de los insurgentes islamistas de abrir una oficina en Qatar para facilitar la comunicación con Occidente «para salvar al país de la guerra, las conspiraciones y las muertes de inocentes y para alcanzar la paz».

Los talibanes se habían declarado «dispuestos» a disponer de una oficina política fuera de Afganistán para las negociaciones de paz, un paso histórico que para los analistas es un primer avance positivo hacia la solución del conflicto en Afganistán, incluso con todo el trabajo que resta para que talibanes y Washington acerquen posiciones.

Los expertos estiman que la decisión de los talibanes de abrir una oficina en Doha demuestra que los insurgentes «están bajo presión y ahora quieren negociar».

Su espectacular ascenso en el país parece indiscutible, frente a unas tropas de la OTAN, con 130.000 efectivos, incapaces de derrotar definitivamente a los talibanes, que, según los analistas, quieren «negociar directamente con EEUU con el fin de evitar al Gobierno afgano». Parece que finalmente han convencido a los estadounidenses de que se sienten a dialogar, lo que supone «un gran éxito para los talibanes y un revés para el Gobierno de Kabul».

La insurgencia talibán se había negado a dialogar con el Gobierno afgano -que repetidamente había expresado su oposición a la apertura de una oficina de representación de los talibanes fuera del país- y sus aliados mientras no abandonaran Afganistán todos los soldados extranjeros.

Liberaciones en Guantánamo

Exige, no obstante, la liberación de los prisioneros encarcelados en la base naval de Guantánamo, en Cuba, para fomentar las conversaciones con EEUU.

Al respecto, el Gobierno de Washington respondió que no ha tomado ninguna decisión sobre la liberación de presos de Guantánamo para impulsar el diálogo.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, aseguró que EEUU está «preparado para apoyar» una oficina en el extranjero de los talibanes para impulsar un proceso de reconciliación en Afganistán y que cumpla con los estándares internacionales.

Nuland insistió en que Kabul y Washington buscan una verdadera reconciliación que se base en la renuncia de los talibanes a la violencia y a colaborar con Al-Qaeda y en el respeto a la constitución afgana.