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Los periodistas kurdos afirman que resistirán pese a la persecución

Decenas de periodistas kurdos detenidos en la última redada llevada a cabo por el Gobierno turco han reafirmado, desde la cárcel, su voluntad de resistir «como única forma de poner fin a la injusticia». La detención de 45 periodistas es el último capítulo de la estrategia de Ankara que ha llevado a prisión a políticos, abogados y activistas de derechos humanos.

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GARA | DIYARBAKIR

Decenas de periodistas kurdos han sido detenidos en las operaciones que el Gobierno turco está llevando a cabo en el marco de la denominada «estrategia integral» contra el PKK, que ha extendido la vinculación con este movimiento a asociaciones, políticos, abogados y, ahora trabajadores de medios de comunicación.

Los 48 trabajadores de la información detenidos el 20 de diciembre de 2011 han denunciado que este plan, elogiado por el viceprimerministro turco, Besir Atalay, por su alcance, «viola hasta la Constitución redactada por los militares después del golpe del 12 de setiembre 1980».

Los periodistas detenidos, -de los que 36 han sido encarcelados y el resto puestos en libertad aunque se mantiene la acusación-, subrayan en un comunicado su voluntad de resistir pese a la persecución. «Somos concientes de la inutilidad de pedir el fin de esta flagrante injusticia que está marcada por un Gobierno que se vanagloria de que la magistratura `funcione tan bien'», señalan.

Por eso se dirigen al Gobierno turco advirtiéndole de que «cuanto más cruel seas, antes llegará tu fin. No tengáis ninguna duda; nuestra resistencia será lo suficientemente fuerte para romper vuestra represión. Sabemos bien que la resistencia es la única forma de poner fin a la injusticia» aseguran.

Como ejemplo de esta voluntad de resistencia ponen el de uno de los detenidos puesto en libertad, que «ha pedido disculpas por haber sido liberado, eso os debería demostrar que todos nosotros estamos dispuestos a pagar el precio necesario cuando se trata de luchar para decir la verdad sobre lo que está pasando en ese país». La detención de periodistas forma parte de una campaña que bajo la estrategia de «todo es KCK (Unión de Comunidades Kurdas, ala urbana del PKK)» ha supuesto el arresto de más de 5.000 personas en unas pocas semanas.

Precisamente se está llevando a cabo un macrojuicio contra políticos kurdos y defensores de derechos humanos a los que el Gobierno turco también extiende su acusación. Miles de personas se han sumado a la campaña «Yo también soy parte del KCK». Tras los políticos, fueron los propios abogados los que acabaron detenidos. La última redada, hasta el momento, es la que ha supuesto el arresto de los periodistas.

El tribunal justificó la detencion de periodistas por «la fuerte evidencia de sospecha» y «la probabilidad de que oculten pruebas».

Frente a esta estrategia de Turquía, los trabajadores de medios de información kurdos indican que «somos conscientes del guion que estáis poniendo en el escenario. Pero no aceptaremos nunca recitar el rol que nos tenéis reservado en vuestro guión. Por el contrario, seremos nosotros quienes decidiremos qué papel recitar, sin abandonar en ningún caso el escenario». Añaden que seguirán sirviendo a la gente «bien sea desde la cárcel o bien sea desde afuera» y agradecen las muestras de apoyo animando a «no dejar caer la bandera al suelo». .

«Esperamos encontrarnos en un tiempo en lo cual los jueces no detendrán las personas sobre la base de acusaciones que ellos mismos apenas creen», concluyen los periodistas kurdos.

Ilegalizar el BDP

Ahora los kurdos temen que el objetivo sea la ilegalización del partido BDP, que consiguió un total de 29 diputados en las elecciones de junio. «Debido a que no pudieron derrotarnos en las elecciones comenzaron a utilizar medios antidemocráticos. Están intentado hacerlo con una mentalidad de golpe de Estado, contraviniendo los acuerdos internacionales firmados, utilizando las fuerzas de seguridad, a fiscales especiales y tribunales especiales», criticó Hasip Kaplan, parlamentario del BDP.

Algunos cargos del BDP han advertido de que el Gobierno podría intentar su ilegalización después de que el ministro del Interior turco, Naim Sahin, dijera esta semana que «no hay diferencia entre PKK, KCK y BDP».

«La misma mentalidad con la que los mataban en los 90»

Familiares de periodistas kurdos muertos afirman que la operación contra decenas de periodistas les recuerda la década de los 90, cuando «eran asesinados en medio de la calle, secuestrados y desaparecían, pero ahora los capturan en la calle y los envían a prisión. Lo único que ha cambiado es el método pero continúa la misma mentalidad», afirma el hermano de Orhan Karaagar, que murió en en Van en 1993. Asegura que «el propósito del AKP es silenciar a los disidentes porque no le gusta que aparezca la verdad». Cicler Anter, hijo de otro periodista muerto, advierte de que «si detienen a 35 personas hoy, 35.000 los reemplazarán mañana». GARA

pagar el precio

«Todos nosotros estamos dispuestos a pagar el precio necesario cuando se trata de luchar para decir la verdad sobre lo que está pasando en ese país», afirman los periodistas kurdos.

Condena de 47 años de prisión para Sebahattin Sürmelli

Algunos de los detenidos en la reada contra periodistas kurdos trabajan para la revista «Özgur Halk» (Herri aske), pero no es el único caso en que esta publicación se ve en esta circunstancia. El que fuera su director, Sebahattin Sürmelli, ha sido condenado a 47 años de prisión y otros seis periodistas a un total de ocho años por un tribunal penal de Estambul. Sürmelli está en prisión desde 2006 y se le prohibió defenderse en kurdo en el juicio. Su abogado, Hacer Cekiç, denunció que el tribunal considerara como prueba que el acusado hubiera acudido a un funeral. Sürmelli fue condenado por «posesión y uso de explosivos», «formar parte de una organización ilegal» y «distribuir propaganda y cometer delitos en nombre de una formación ilegal». Sus colegas, por «pertenecer a una organización ilegal». GARA

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