Según pasan las horas crece la impresión de que la manifestación en defensa de los derechos de las presas y presos políticos vascos y, por ende, por el fin de la actual política penitenciaria que hoy mantiene alejados de sus casas a 665 ciudadanas y ciudadanos vascos marcará un hito en la historia reciente de Euskal Herria. Según pasan las horas, las adhesiones y apoyos van creciendo como la espuma: según las estimaciones de Egin Dezagun Bidea, convocante de la movilización, más de 300 autobuses -en los que viajarán alrededor de 18.000 personas-, partirán desde diversos puntos del país con un misma cita: Bilbo, a las 17.30 en La Casilla.

Quien dejara para última hora la reserva de su billete para viajar hasta el Botxo desde Gipuzkoa en los autocares contratados tendrá que buscarse otra alternativa, porque todos están completos y no quedan plazas libres. Desde Urretxu-Zumarraga, por ejemplo, partirán ocho buses, cuando habitualmente se completan uno o dos. Desde Bergara partirán otros tantos.

Desde el otro lado del Bidasoa, finalmente arrancarán siete autocares, después de que el martes estuvieran confirmados cuatro. En solo dos días, por lo tanto, se completaron otros tres.

El coche será otra de las alternativas, pero no solo para quienes asistan desde Euskal Herria. Según ha sabido este diario, veinte personas partirán el mismo sábado a las 6.00 desde Valencia, repartidos en cuatro automóviles. Se trata de militantes de la Esquerra Independentista dels Països Catalans, del ámbito cultural, sindical y político.

Quienes opten por este medio de locomoción tendrán que hacerlo con margen de tiempo en aras de ahorrarse dificultades con el aparcamiento.

Con estas cifras crecientes, entre buses, coches, trenes y teniendo también en cuenta a quienes lleguen a pie desde el mismo corazón de la capital, se estima que la marcha sea aún más multitudinaria que la celebrada el 8 de enero del año pasado, cuando en Bilbo se congregaron alrededor de 65.000 personas para defender los derechos de los presos.

La respuesta afirmativa de la ciudadanía, de las miles de personas que caminarán tras la pancarta, queda fuera de cualquier tipo de duda, compensando con creces el trabajo de otra mucha gente, el de la organización, que lleva meses preparando al detalle la marcha y el acto final. Para garantizar la seguridad de los asistentes colaborarán 150 personas, además de quienes arrimarán el hombro en los trabajos de montaje y desmontaje, reparto de pegatinas... en total son más de 500 voluntarios.

Las calles bilbainas serán, por lo tanto, un hervidero de gente, sumado a quienes aprovecharán la jornada para comprar en las tiendas con motivo del primer día de las rebajas.

Los servicios del transporte público como Metro Bilbao, EuskoTren o Renfe estarán también muy solicitados por quienes arriben desde los puntos más cercanos a la capital vizcaina. No obstante, y a pesar de las previsiones, Metro Bilbao informó ayer a GARA de que no habilitará servicios especiales.

Cabe destacar que la compañía del suburbano sí lo ha hecho cuando, por ejemplo, el BEC de Barakaldo ha acogido un concierto multitudinario o cuando el Athletic se ha medido en San Mamés contra el Barça, a pesar de que La Catedral tiene un aforo de 40.000 personas, una cifra muy inferior a la que se espera el sábado.

También reforzó su servicio el 13 de enero de 2007 para la «manifestación institucional» en Bilbo tras el atentado de ETA en la T4 del aeropuerto madrileño de Barajas. Entonces pusieron en marcha trenes extraordinarios desde una hora aproximadamente antes del inicio de la manifestación. En ese intervalo circularon cada 5 minutos desde Sestao y Bidezabal, y cada 2,5 minutos en el tramo bilbaino sentido Etxebarri y cada 3 en sentido San Inazio, según recoge la web de Metro Bilbao.

Tras meses de intensa campaña, y con una decena de comparecencias a sus espaldas, Egin Dezagun Bidea realizará hoy, a las 11.30, ante las escalinatas del ayuntamiento de Bilbo un último llamamiento. Tomarán la palabra Beñat Zarrabeitia, Ingo Niebel y Jone Artola, acompañados por integrantes de partidos, sindicatos, agentes sociales y personas que a título individual han ofrecido su adhesión a esta «movilización general popular».

Desde los ayuntamientos

Ayer, alcaldes y concejales de Bildu hicieron su aportación a esta convocatoria. Además de animar a los ciudadanos a que acudan de forma «masiva» a la marcha, explicaron que cerca de un centenar de ayuntamientos han aprobado la moción presentada por la coalición para pedir la modificación de la política penitenciaria.

Los alcaldes de Igorre y Bermeo, Beñat Anzola e Idurre Bidaguren, respectivamente, explicaron que «el diálogo, los acuerdos y resoluciones adoptados en los últimos meses en distintos ámbitos muestran que el camino iniciado puede llevar a una solución duradera», y reclamaron que «es hora de actuar con responsabilidad para superar la etapa de violencia, represión y sufrimiento».

Oskar Matute, desde Alternatiba, también auguró una participación masiva y resaltó que «ya nadie puede poner excusas para no exigir que cese la política penitenciaria de venganza y de excepción; todas las fuerzas políticas y sociales de este país deben reclamar a Madrid y París el fin de la dispersión y de la doctrina Parot, la liberación de personas presas con enfermedades graves, y la desaparición del resto de medidas ad hoc contra las personas presas y sus allegados».

Otro de los motivos por los que se llama a abarrotar Bilbo son las directrices impuestas a la manifestación desde la judicatura, lo que a juicio de Matute dejan en «evidencia la politización de la justicia y la falta de democracia, al prohibir incluso hablar de presos políticos en el transcurso de la marcha».

Aralar, por su parte, apeló a aquellas personas u organizaciones que aún no han mostrado su adhesión, invitando a que dejen de lado los intereses partidistas.

Esta formación recordó que en la Conferencia Internacional celebrada en Donostia se hacía un llamamiento al diálogo y la profundización democrática, y que las fuerzas políticas y sociales firmantes del Acuerdo de Gernika han declarado y puesto en marcha su reconocimiento y voluntad de reparación de todas las victimas de todas las violencias de motivación política en convivencia y en paz, sin vencedores ni vencidos.

También se pronunció ayer sobre esta convocatoria Abertzaleen Batasuna, constatando que el proceso está en marcha y señalando que se han dado pasos importantes, como el Acuerdo de Gernika y el fin de la lucha armada anunciada por ETA en octubre. Aún así, cree que aún queda mucho por recorrer, «empezando por la situación que padecen cientos de presos vascos».