Los vecinos de Ezkabarte llevamos ya varios años de oposición al proyecto de construir una Cartuja en el señorío de Nagiz.

Las razones que nos impulsaron a movernos siguen hoy plenamente vigentes. Nagiz forma parte de una de las zonas forestales mejor conservadas de toda Iruñerria y está catalogada como suelo forestal de protección. Situado en la ladera del monte Ostiasko, todo a su alrededor es bosque y naturaleza.

Además, el pretendido beneficio para el valle no es tal, ya que las órdenes religiosas no pagan ICIO, ni contribución. El carácter exclusivamente privado de todo el proyecto deja a las claras que los vecinos no van a encontrar beneficio alguno en él.

En los últimos meses, sin embargo, nuevos datos nos hacen refirmarnos en nuestra oposición. El proyecto que finalmente se ha presentado en el Ayuntamiento es el doble de grande que el que fue autorizado, y tiene otras muchas diferencias, lo que ha obligado al alcalde a pedir una nueva autorización al Gobierno de Navarra.

El pasado mes de Julio la Orden Cartujana anunció la unificación de la cartuja de Zaragoza (la que se pretendía reubicar en Nagiz) con la de Valencia, habiéndose trasladado este mes de enero todos los cartujos a Valencia. El pretendido traslado a Nagiz, por lo tanto, pierde su sentido.

En el informe técnico del Ayuntamiento, además de recordarse esto, se llega a poner en duda para quién se quiere construir semejante edificio en Nagiz. Todos estos datos nos llevan a la sospecha de que hay intereses oscuros detrás de este proyecto. Si los cartujos no vienen, ¿para quién se va a construir en Nagiz?

Para terminar, el alcalde del valle ha declarado no entender por qué en otros lugares con monasterios religiosos no grita nadie y aquí sí. Le queremos decir que nosotros no gritamos, damos argumentos. Nos gustaría preguntarle qué argumentos tiene él, si es que los tiene, para apoyar este proyecto.