Mueren 53 personas en otro atentado suicida contra peregrinos chiíes en Irak
Un kamikaze se inmoló ayer junto a un grupo peregrinos chiíes matando a al menos 53 personas en el sur de Irak, que ha vivido tras el fin de la presencia de las tropas de EEUU vive un recrudecimiento de la violencia de motivación religiosa contra los fieles de este credo.
GARA |
Al menos 53 personas, entre ellas muchos niños y mujeres, murieron ayer un atentado suicida en las afueras de la ciudad portuaria de Basora, en plena conmemoración de Al-Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiíes que conmemora el fin de los cuarenta días de luto guardados por la muerte en el año 680 del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma, en un nuevo ataque contra peregrinos de esta confesión.
Una fuente de los servicios de seguridad explicó a Efe que los chiíes se encontraban en el santuario de Jutuat al-Imán en la localidad de Al-Zubeir, cuando un kamikaze detonó un cinturón de explosivos adosado a su cuerpo.
El ataque, que se produjo durante una distribución de alimentos entre los peregrinos que se dirigían hacia un lugar dedicado al imán Ali, figura esencial del Islam chií, dejó además 137 heridos, señaló a AFP Riyad Abdelamir, jefe de los servicios de salud de la región.
Este atentado es el último de una ola de ataques contra los chiíes en las últimas semanas en Irak, muchos de ellos contra los peregrinos que se dirigían a la ciudad santa de Kerbala, donde está el mausoleo del imán Hussein para celebrar Al-Arbain, que culminó anoche. El imán Hussein murió en la batalla de Kerbala contra el califa Omeya Yazid I, momento que se considera el cisma entre las confesiones suní y chií, las dos principales del Islam.
Sin embargo, esta ola de violencia no desanima a millones de chiíes que se dirigen, a menudo a pie, a Kerbala, una tradición que fue interrumpida durante el régimen de Saddam Hussein. El número de peregrinaciones a la ciudad santa es de unas 5.500 anuales y mueven a más de 15 millones de peregrinos , según las autoridades locales. Los chiíes representan al 15% de los musulmanes en el mundo y son mayoritarios en Irak.
Los últimos atentados ahondan la brecha abierta entre ambas comunidades en Irak, inmerso en una grave crisis política desde el pasado diciembre debido a la orden de arresto contra el vicepresidente suní, Tarek al-Hashemi, refugiado en Kurdistán Sur, por su supuesta vinculación con «actos terroristas».
La crisis coincide, además, con el fin de la presencia militar de EEUU en Irak que retiró sus tropas el 18 de diciembre tras casi nueve años de ocupación.
Líderes de ambas corrientes islámicas han expresado en las últimas semanas la preocupación ante la posibilidad de un resurgimiento de ola de violencia que ya dejó decenas de miles de muertos entre 2006 y 2007.
Los ataques contra chiíes se han sucedido en las últimas semanas, después de que el pasado 5 de enero los fieles de este credo fueran blanco de una ola de atentados en los que murieron 59 personas.