Derrota ante el Manresa
Faena de Asselin y Downs en el adiós del Iradier Arena
El conjunto gasteiztarra cayó tras disputar un partido muy malo ante un Manresa ordenado, que machacó a su rival tras el descanso. Teletovic debió dejar la cancha con un posible esguince de codo.
BASKONIA 65 - MANRESA 76
Arnaitz GORRITI
La plaza de toros de Gasteiz -aunque su sistema de calefacción la mantiene en una especie de híbrido entre infierno y nevera-, también conocido como Iradier Arena, vio ayer su último partido como feudo del Caja Laboral Baskonia. El Manresa parecía un rival adecuado como para hacer faena, pero fue el cuadro del Bagés quien salió a hombros y por la puerta grande, sobre todo su pareja Micah Downs y Josh Asselin, que desarbolaron a un Baskonia que rayó a un nivel ínfimo, sobre todo en lo que al ataque se refiere. Y por si esto fuera poco, Mirza Teletovic debió abandonar el partido pocos minutos antes del final, con un posible esguince en su codo izquierdo, aunque hasta mañana no se sabrá con mayor exactitud el alcance de su lesión.
La única buena noticia del encuentro de ayer fue el debut de Matt Walsh. El escolta estadounidense disputó 11 minutos y aportó 5 tantos y una asistencia. Obviamente, la derrota ante el Manresa no fue culpa suya, aunque es probable que su aportación aumente en los próximos encuentros.
El triunfo de la seriedad
Duele reconocerlo, pero el éxito del Manresa en el Iradier Arena se debe a su mayor seriedad y solidez que el conjunto de Dusko Ivanovic. Empezando por la defensa, pararon en seco el bloqueo y continuación de Prigioni con sus interiores. A partir de esa limitación, el Caja Laboral Baskonia no encontró ninguna facilidad en las soluciones ofensivas, y se obcecó en querer resolver a base de triples -lanzó 34 tiros desde más allá de 6,75 metros, con solo 6 aciertos: un 18% de efectividad-, algo que pagó muy caro. Por ejemplo, un jugador vital como San Emeterio vivió un partido realmente oscuro, yéndose con 5 puntos -2 de 11 en tiros de campo, 0 de 4 en triples-, tres tapones encajados y un triste -2 de valoración.
En cualquier caso, los gasteiztarras campeaban en el marcador al descanso, 41-37, fruto del acierto ocasional de Heurtel o Teletovic. Sin embargo, el Manresa puso las cosas en su sitio tras el receso. Con Asselin y Downs como estiletes, lograron un parcial de 9-20 dejando las cosas muy difíciles al Baskonia en el último período: 50-57.
En esos últimos diez minutos, los gasteiztarras intentaron remontar por todos los medios, pero les faltó calma, un déficit de paciencia que se contagió a la grada, que acabó por silbar el juego de los suyos. Además, a falta de pocos minutos Teletovic se lesionó y las escasas opciones de superar a los del Bagés se vieron reducidas a la nada, para echar un muy triste cierre al paso por el Iradier Arena.
No cabía poner poner ningún paño caliente. Dusko Ivanovic reconoció que «el Manresa ganó merecidamente» al tiempo que definió el partido de los suyos como «el más flojo en mucho tiempo».
«Hemos hecho un muy mal juego. En el primer tiempo tuvimos un buen resultado, pero no teníamos ni intensidad ni chispa. Tampoco defendíamos bien a pesar de no recibir muchas canastas. A partir del tercer cuarto, perdimos tres o cuatro balones y ellos cogieron ventaja. De esta forma, ellos adquirieron mucha más confianza y nosotros, muchísima precipitación, buscando entrar en el partido con tiros rápidos», reconoció.
El preparador montenegrino consideró la derrota de ayer «un accidente», y argumentaba que «hace mucho que no jugábamos un partido tan flojo. Intentamos remontar cambiando cosas, pero no nos salió, y aunque en algunos momentos no defendimos tan mal, nos faltó velocidad para meter alguna canasta fácil en contraataque. Buscamos entrar en el partido solo a través de los triples; no tenemos un juego interior dominante, pero hoy -por ayer- no existió», remachó. A. G.
