Desde el valle hasta las altas montañas del Baztan, como antaño, volviendo a los orígenes, atravesando los grandes bosques autóctonos para llegar hasta las lejanas cimas de dos de las grandes, Zuriain y Okolin, que custodian al gigante Saioa, es la propuesta para Mendia. En Lantz, en el valle navarro de Ultzama, los excursionistas atravesarán el pueblo por la calle principal -Santa Cruz- y tras cruzar dos pabellones vaquerías, el camino discurre paralelo al rio Elzarrain, que se cruza por dos sendos puentes hasta la unión con la pista que se abandona junto a Xenbonieko Borda, para penetrar en el frondoso bosque, dirección N, al frente siempre por camino de montaña, primero, y senda estrecha después. Aquí se inicia una larga travesía en ascenso, dentro del frondoso y limpio hayedo. La senda, «cairnada» en diferentes lugares, asegura la dirección y con numerosos lazos gana altura, dejando la regata Txorrostarriko Erreka al fondo del barranco. En la umbría del bosque, la marcha es animada, en plena naturaleza, en total silencio, solamente interrumpido por el murmullo del correr de los arroyos. Se cruzan diferentes regatas que bajan saltarinas y en un recodo observarán los excursionistas la boca de unas minas romanas, que hoy en día es una cueva, en cuyo interior se abren dos galerías. Sin más referencias que el disfrute con el suave caminar engullidos en la floresta, paso a paso se gana altura hasta llegar a un camino más importante, Iturrondoko Balea, que llega hasta la pista en el collado Urralu que en la primera curva se deja para atajar a la dcha por camino que asciende resueltamente con pendiente, aún en la arboleda. Ya se divisa la cima rocosa de Zuriain, destacando en la lejanía el mástil blanco del índice geodésico. Queda el bosque atrás y la montaña se despeja. Por las lomas del cordal cimero, y paralelo a una alambrada se supera un pequeño descansillo y los últimos metros, para sin dificultad añadida pisar la cima del flamante Zuriain (1.408 m), que ofrece un destacado e incomparable panorama, desde el litoral hasta el Pirineo, y reconocer cimas y collados es un ejercicio inolvidable.

Desde aquí la ruta a seguir se muestra atrayente, magnífica, en un cordal herboso en diente de sierra, con Saioa, en el centro, de ascensión facultativa, y escoltado después por el herboso y picudo Okolin, próximo objetivo de esta sugerencia. Los siguientes pasos, en bajada, llevan a los deportistas hacia el cercano collado en la base del descomunal Saioa. Sagardegiko Lepoa recibe a los mendizales con señaletica GR 12, (Travesía de Euskalherria), y en la divisoria de aguas, Cantábrico-Mediterránea con balizas blanquirojas que rodean por el Sur el Saioa, por estrecha, cómoda y marcada senda y que seguirán los senderistas. El Okolingo Lepoa da paso a las primeras rampas de la cómoda subida a Okolin (1.362 m), de agradecida cumbre. Perdiendo altura, siguiendo los «mugarris», observarán los aficionados una piedra tumbada con unas cruces grabadas y un par de cromlechs. Es el collado Irumugeta, donde se debe cambiar el rumbo hacia Lantz, sumergiéndose los montañeros de nuevo en el hayedo, que viaja de nuevo paralelo al barranco Elzarrain, que no se abandonará hasta el pueblo. Por un indefinido camino, se inclinarán los excursionistas a la izda hasta encontrar un refugio, y desde allí a la dcha, para encontrar un ancho camino, que después se convertirá en pista. Están los deportistas en el camino perfecto para en 1,15 h aprox., en suave descenso, disfrutando plenamente del hayedo, que forma una larga alameda, pisar las calles de Lantz, tras este atractivo circuito, combinación de los frondosos bosques con las altas cimas despejadas y herbosas del Baztan.