Raimundo Fitero

Estigmatizados

El contexto es muy importante. Tele 5 es una plataforma estigmatizada. Hay franjas horarias de este canal que a base de una reincidencia en sus propuestas, marcan a todo cuanto se programe. La presión de los anunciantes, la guerra sucia entre cadenas, el miedo o la vergüenza, han ido colocando a la noche de los sábados en una nueva tesitura, y vimos como lo que era “La noria”, que sigue en el horario de madrugada, se ha desdoblado en otra propuesta que tiene formato y pretensión de mayor seriedad y que con el nombre de “El gran debate” se emite en paralelo y competencia con el fútbol televisado en abierto.

¿Es diferente lo que ahora se propone a lo que antes se hacía? Bastante. La intención es plantear asuntos de repercusión social y debatirlos con un plantel amplio de voces discrepantes, con añadidos de personas afectadas por lo tratado y buscando que el nivel de confrontación sea el suficiente para que se produzca el espectáculo televisivo, pero en formas, tiempos y frecuencias más racionales, más atemperadas, con mayor eficacia para que se entienda. De alguna manera es un retorno a un modelo de debate menos crispado y, sobre todo, dedicado a asuntos de interés general, y no a tratar mamarrachas circunstanciales.

La Justicia, o justicia española, es un tema de mucho calado. Claro está, si se toca el asunto por las sentencias más morbosas como es la reciente sobre el caso Marta del Castillo, la cosa se puede desmadrar, pero materia para discutir, para señalarse, para arbitrar propuestas que retratan la ideología de cada cual existe y de manera desbordante. La delincuencia o la criminalidad de menores, es un foco de conflicto ideológico. La corrupción, el tratamiento a los poderosos, los jueces sentados en el banquillo, todo ese tufo de desorden y clasismo subyace en cualquier reflexión.

¿Puede tener repercusión social un debate sobre estos temas en Tele 5 a esos horarios? Sería bueno poder contestar en positivo sin dudar ni un segundo. Pero el estigma puede convertir todo en un simulacro. Y muy especialmente si los invitados al debate están, a su vez, tan estigmatizados por sus comportamientos públicos en esos temas.