Idoia ERASO I

El Fipa es un acto de resistencia, resistir es crear y crear es resistir. Sobre todo es un festival que está dedicado a los autores y al público». Así definió Jean-Michel Ausseil el certamen. Ausseil, en su puesto de secretario general, es el único miembro que queda en activo del grupo que creó el certamen hace un cuarto de siglo. Desde entonces el paraje ha cambiado y el festival también, pero el espíritu artístico y de libertad sigue intacto. Al igual que el delegado general del festival durante 22 años, Pierre-Henri Deleau, su actual delegada, Teresa Cavina, también ha mostrado su espíritu de independencia para defender los programas de calidad ante la presión de las televisiones. Ambos tienen el interés del público en el centro de sus discursos.

En la presentación de esta última edición, Cavina empezó su discurso dedicándoselo a los espectadores: «Fipa es una batalla de 25 años por la calidad. Algunos dicen que nuestros programas no tienen público, pero al público de Biarritz le gustan. Yo les digo a los directores de las televisiones que no les dejan la opción porque creen que están formateados».

Deleau, que en 2009 dejó su puesto después de más de dos décadas de trabajo, hizo una valoración bastante negativa, ya que estimaba que no había conseguido hacer llegar los programas de calidad a la televisión. Pero tuvo palabras más agradables para los espectadores: «Lo positivo es que el público haya acogido al Fipa. Ahora hay gente que viene de todas partes y confía en nosotros, va a las salas de cine a ver películas totalmente desconocidas de Nueva Zelanda o de Rusia, sin saber de que tratan. Fipa tiene una imagen que dice que no decepcionará y que sorprenderá. En Fipa se pueden ver realidades y lenguajes diferentes, se sale turbado de la sala, pero al mismo tiempo fascinado. Al final, el público es más curioso que los directores de los canales televisivos, que no compran el programa».

El inicio, Michel Mitrani

«El festival se creó en 1987. Fue una idea de Michel Mitrani, que era realizador de cine y de televisión. Como trabajaba en ambos sectores decía que era injusto que la televisión no tuviese un festival», explicó Jean-Michel Ausseil.

Durante cinco años el realizador estuvo buscando financiación y finalmente la consiguió de la mano de la Sociedad de Autores y el Ministerio de Cultura. Una vez asegurados los medios, fue a ver a Pierre-Henri Deleau y Jean Michel Ausseil, que eran los responsables de la Quincena de los Realizadores de Cannes. Sin conocer el medio de la televisión ambos respondieron positivamente debido al poder de persuasión del realizador y al interés del proyecto «Mitrani creía que todos los franceses tenían que tener acceso a la cultura, quería abrir la cultura a todo el mundo, y sabía que la televisión era un gran medio para ello», aseguró su compañero en el proyecto.

La idea surgida de la mano de un realizador contó con la ayuda de muchos de ellos para seguir adelante, tal y como explicó el secretario general: «Al principio no sabíamos mucho sobre la tele, así que hicimos lo que solíamos hacer en la Quincena, fuimos a ver a los autores. En Francia no tuvimos mucho apoyo, pero en el extranjero había un gran reconocimiento de la televisión. Trabajamos mucho con Ken Loach y con Ingmar Bergman, que habían creado mucho en ambos medios».

Varios autores se interesaron inmediatamente por el proyecto y a pesar de que muchos de ellos no conocían tampoco el medio televisivo se unieron al proyecto. Esta red de autores es muy extensa. En la página web del festival se puede encontrar la lista de los colaboradores actuales. Nueve en diferentes países europeos, dos en Oceanía, uno en África, cuatro en América y cinco en Asia. «Hoy en día tenemos muchos ayudantes en el mundo, y nos son fieles».

La televisión de hoy

Desde que se creó el festival el mundo audiovisual ha cambiado mucho, y Ausseil se mostró bastante pesimista ante la situación actual: «Hay menos voluntad para hacer cosas originales, sobre todo entre los documentales y la ficción. Al principio había mucha calidad y cantidad, desde entonces la calidad se reduce, hemos pasado del documental al magazine. Para hacer un documental hace falta tiempo».

El secretario general tuvo unas palabras para las nuevas tendencias: «En los años 90 había ficciones muy buenas, pero la tele-realidad ha sido determinante en todo, desde la ficción hasta los telediarios». Aunque mostró esperanza en ciertos ámbitos: «Tal vez vuelvan programas de ficción de calidad. Cada vez se están dando más medios para hacer cosas originales y buenas. Se ve a nivel internacional en la HBO de Estados Unidos y en Channel 4 en Gran Bretaña, también Canal + está empezando a interesarse».

En este sentido también habló de los directores, sobre todo estadounidenses. «Estados Unidos muchas veces marca las tendencias, y todos los grandes realizadores americanos también trabajan para la televisión, y muestran que se pueden presentar buenos programas. Deberíamos redescubrir la televisión de los años 1960 y 1970, que era así».

Creando para el futuro

Los creadores del Fipa tuvieron la visión de no nombrarlo como festival de televisión, que era su primer objetivo, sino de utilizar el término «programas audiovisuales», que le ha permitido ampliar su área de influencia. Una muestra es la nueva sección que se ha abierto este año, en la que serán premiados con un Fipa de Oro los programas presentados en la red.

«Habrá que ver como evolucionan estos programas. Lo que tenemos claro es que buscamos una creación y no una manera de comunicar», declaró el secretario general. Esta visión artística de la imagen se enlaza con otro proyecto que integra Fipa desde hace cinco años y que también abre una puerta al futuro. Se trata de la educación.

El festival acompaña a los estudiantes en sus reflexiones sobre las imágenes. «Para mí es muy importante la educación de la imagen, hay que educar a los jóvenes. La imagen es una escritura, una imagen no es gratuita y aporta ideas», añadió Ausseil.

Esos jóvenes, educados o no, serán los que creen los nuevos productos audiovisuales, sobre los cuales el festival de Biarritz siempre está alerta. «Actualmente se da una gran convergencia de medios y técnicas que está evolucionando mucho, que tenemos que seguir atentamente», explicó. Pero Ausseil subrayó, una vez más, la importancia del lenguaje: «Internet supone un gran cambio, pero en la base está siempre la escritura. Nuestra pluma es la cámara y no todo el mundo tiene talento para escribir».

El futuro de los medios que se utilizarán para la creación de los programas audiovisuales es un gran misterio. Las nuevas técnicas y el uso que se haga de ellas lo definirá. Pero el futuro de Fipa lo determinará la economía, tal y como aclaró el miembro más antiguo del equipo: «Nuestro futuro será tributario del futuro económico europeo. Dependerá de muchas cosas, pero sobre todo de la voluntad política». Y, para finalizar, opinó: «Soy medianamente optimista».