El nuevo GreenEdge no dejó escapar la oportunidad de ganar su primera prueba en casa y supo llevar la última etapa del Tour Down Under con inteligencia al provocar escapadas e impedir a Valverde disputar las bonificaciones a Simon Gerrans, que defendió el liderato en un final en el que Greipel logró su cuarta victoria en ocho días.

Movistar tampoco asumió la responsabilidad del pelotón para evitar que se produjeran constantes fugas y poder disputar con Valverde los dos sprints intermedios. En las escapadas Euskaltel tuvo presencia con Romain Sicard y Gorka Izagirre.

En las últimas vueltas el Lotto asumió la responsabilidad del pelotón para lanzar un sprint en el que Valverde tampoco quiso meterse al dar por bueno su segundo puesto en la general y la victoria en la etapa reina.

Por ello el director del Movistar, José Luis Arrieta, hacía un balance muy positivo de la primera prueba de la temporada: «Sabíamos que iba a ser muy difícil superar a Gerrans corriendo en casa y con la gente tan rápida que tenía en su equipo. Se ha salido muy rápido y eran ellos los que provocaban los cortes. Quedaba la opción de la llegada, pero ahí suponía asumir unos riesgos importantes. Rojas, por ejemplo, ha tenido un par de enganchones y casi se va al suelo. Lo importante era lo del sábado y hay que estar contentos. El equipo ha estado sensacional toda la semana, en la línea de actitud del año pasado, pero el tener a Valverde hace que todo brille más».

Movistar fue el equipo más fuerte de la carrera al colocar a cinco corredores entre los veinte primeros de la general. Euskaltel tuvo una mala actuación al no responder a lo deseado Gorka Izagirre y Urtasun, que abandonó ayer con Cabedo.