Joseba Del Olmo y Rober Gutiérrez son dos de los futbolistas vascos que buscan equipo en el mercado de invierno. Son los únicos jugadores vascos que se encuentran en la concentración que organiza la AFE, la asociación de futbolistas. Bajo la dirección de Sergi y Moreno, se encuentran en tierras alicantinas entrenando y jugando partidos, con la intención de que los equipos se fijen en ellos.

«Desde hace mucho tiempo soy asociado de la AFE y me seleccionaron para estar aquí. Es una experiencia muy buena e importante, ya que jugamos muchos partidos y nos ven muchos técnicos», dice Gutiérrez.

«Me llamaron ellos diciéndome que estaba seleccionado para estar aquí y ha sido muy importante. Estaba entrenando en solitario y esto te da fuerzas. Nos hemos juntado 25 futbolistas en una misma situación y ayuda mucho. El trato que nos dan es excepcional y, además, nos sirve también para coger el ritmo de partidos que nos falta. Es una gran familia», afirma Joseba Del Olmo.

Gutiérrez no es muy conocido en Euskal Herria. Tras jugar en equipos como el Lagun Onak o la UPV, se marchó fuera y la última experiencia la ha vivido en Italia. «Estuve en el Lucera, de la Serie D de Italia. Al principio todo era perfecto hasta que nos dejaron de pagar. Tras estar dos meses sin cobrar decidí regresar a casa y surgió la posibilidad de ir a probar al Saigon Xuhantam de la Primera División de Vietnam, pero no cuajó. Luego estuve entrenando en el Bangkok Glass de Tailandia, también de Primera, y estoy esperando una respuesta. La liga empieza en marzo y a ver que me dicen. Si mientras tanto sale algo interesante, aceptaré», dice el jugador donostiarra.

Salir fuera

A Gutiérrez le ha llegado alguna oferta, pero no interesante. «La verdad es que lo que me ha llegado no merecía la pena. Tal como está el fútbol hay que tener cuidado, porque te puedes quedar sin cobrar. La idea de Tailandia me atrae. La oferta era muy buena, tanto a nivel económico, como personal, pero hay que esperar y si aquí sale algo bueno, o en el extranjero, acabaré aceptando, pero vuelvo a repetir que lo de Tailandia es interesante, ya que además me da la opción de jugar en Primera, aunque la Liga no es potente», añade.

La situación de Del Olmo ha sido extraña. Tras jugar en Sestao, Eibar y Athletic llegó al Hércules, que le cedió el año pasado a la Ponferradina y en octubre estaba sin equipo. «Lo que me ha pasado en Alicante ha sido surrealista. El año pasado jugué todo en la Ponferradina, pero en el Hércules no me querían y comenzaron a presionar. Cuando vieron que no cedía me metieron en ERE, al igual que a los compañeros con los que no contaban, diciendo que no podían pagar nuestras fichas, cuando a los que habían fichado cobran más que nosotros y el juez les dio la razón, por lo que en octubre estaba sin equipo», dice.

«Si se hubieran sentado a negociar, seguro que hubiéramos llegado a un acuerdo, y ahora estaría jugando en algún equipo, pero lo hicieron todo mal», añade el vizcaino.

Ahora quiere apurar los días antes de decidirse: «Quiero esperar hasta el final. La idea es la de quedar cerca de casa, ya que quiero seguir con los estudios, pero si lo de fuera es mejor que lo de casa, me marcharé, que al fin y al cabo el fútbol es mi profesión», afirma Del Olmo.

Hoy juegan el último partido con la AFE y luego les quedará firmar por algún equipo.