Maite SOROA | msoroa@gara.net
Ha dicho el ministro...
El facherío vuelve al ataque con las dudas acerca del final de la actividad armada de ETA a las que el Ministerio español del Interior dio pie, si bien posteriormente el ministro afirmó que no pone en duda que el cese de ETA sea definitivo. Sin embargo, si algo abunda en la caverna mediática son expertos en Euskal Herria.
Uno de ellos, Miguel Gil, aseguraba anteayer en «La Gaceta» que ETA«deriva la extorsión al pequeño comercio». El mismo día, al ser preguntado por esa información, el ministro del Interior daba por buena esa información. «El País», por su parte, afirmaba que la patronal vasca y la Ertzaintza «niegan que haya vuelto la extorsión de ETA». Y ayer recordaba que el ministro de Interior español «hace una semana valoró que el cese de la violencia de ETA era `definitivo'», pero «ayer desbarató esta tesis al dar por buena una información de La Gaceta». Como se ve, el ministro se fía más de los «expertos» de la prensa ultra que de la patronal y la Ertzaintza, quienes, al parecer, viven en la inopia.
A «Libertad Digital», donde también abundan los expertos en las cosas de los vascos, no le gustó nada la evidencia que publicó «El país» y decía ayer que «el diario de Prisa pone en duda la extorsión de ETA mientras el Gobierno confirma las denuncias de los comerciantes», pero, como alguien tenía que estropear lo que para ellos sería una buena noticia si fuera cierto, se lamentaba de que «Sin embargo, el diario de Prisa (...) asegura que la extorsión no ha vuelto y lo justifican de una manera muy peregrina. `Es la solicitud de una colaboración voluntaria para ayudar a los familiares de los presos de ETA a pagar sus desplazamientos a las cárceles en las que se encuentran sus allegados terroristas', afirma el diario». Resulta que no solo no es una justificación peregrina, sino que se trata de algo que todo el mundo sabe en este país. Manera peregrina de argumentar fue la del ministro al afirmar que lo publicado por «La Gaceta» «corresponde con la realidad porque lo han vivido personas», si bien ayer, tras su reunión con Rodolfo Ares, el ministro cambiaba el chip y dejaba claro que ya no existe «extorsión». En fin, son insaciables, pero hay que darles de comer. Y descuiden, que hoy la fachenda no destacará la rectificación del ministro, sino su «firmeza», eso que servidora denominaría irresponsabilidad.