Los cargos del PP que testificaron ayer en la Audiencia Nacional española tardaron meses en identificar a los supuestos autores de las agresiones que denunciaron tras la constitución del pleno de Laudio en 2003. No pusieron nombres y apellidos hasta después de pasar por la comisaría de la Ertzaintza y de visualizar varias grabaciones de la protesta contra la ilegalización que se juzga estos días en el tribunal de excepción.

Los vídeos, que ayer fueron proyectados en la sala, no coinciden con la versión ofrecida por los electos unionistas. Sin embargo, estos se ratificaron en sus señalamientos, aunque reconociendo en la mayoría de casos que no podían imputar ningún hecho concreto a los 19 ve- cinos de Aiara que se sientan en el banquillo.

Las dos cintas que se visualizaron ayer, aportadas por Televisión Española y Antena 3, muestran la irrupción de los cargos del PP en el salón de plenos de Laudio después de que Pablo Gorostiaga, antiguo alcalde, se despida. En ese momento, con la sala llena, se registran instantes de tensión, con algunos empujones, que se repiten cuando los unionistas dejan el Consistorio.

En medio de los gritos de ``Demokrazia Euskal Herriarentzat'' puede apreciarse cómo Francisco Javier Mosquera, miembro del PP gallego y que llenó la lista de Laudio como «paracaidista», llama «asesinos» a los vecinos que protestan contra la ilegalización.

«Solté la mano»

En el caos del tumulto también se aprecian algunos golpes. Los acusados niegan haberlos propinado y reiteran el carácter pacífico de la protesta. Ayer, Santiago Abascal Escuza, entonces diputado en el Congreso español, reconoció haber «soltado la mano» aunque, según insistió, fue para defenderse. Tanto Mosquera, como Abascal, así como Monsterrat Canive, Esaú Martín y Santiago Abascal Cond,e denunciaron haber sufrido «puñetazos, patadas, escupitajos e insultos». Sin embargo, en sus primeras declaraciones no dan ningún dato, ni siquiera físico, sobre sus autores.

Santiago Abascal Conde, antiguo edil en Laudio, fue el más prolijo en detalles, aunque después de reconocer que ha visto las imágenes en numerosas ocasiones. Solo concretó a la hora de señalar a Oier Amorrortu y Miguel Ángel Mate como autores de dos amenazas verbales. Al resto de acusados, únicamente tras observar los vídeos. Y eso, teniendo en cuenta que denunció haber sufrido unas «violentísimas» agresiones.

Su principal argumento terminó siendo político. Ante las preguntas de la defensa sobre si consideraba que los imputados eran miembros de ETA, Abascal respondió aseverando que la organización armada es «más que tener pistolas» y que «intenta entrar en la sociedad a través de otras asociaciones». Una tesis a la que se sumó su padre, que calificó a los araiarras como «parte del mundo de ETA-Batasuna».

Las preguntas de Jone Goirizelaia molestaron al presidente de Danaes (Fundación para la Defensa de la Nación Española), que reconoció que él mismo proporcionó a otra persona el vídeo facilitado por el Juzgado para que fuese colgado en Youtube. Nada más abandonar la sala, Abascal calificó en twitter de «desagradable» el interrogatorio sobre su motivación a la hora de publicar las imágenes.

Insultos y posible querella

Los unionistas declararon acompañados de un grupo de seguidores entre quienes destacaba Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo. Minutos antes de iniciarse la sesión, miembros de esta camarilla, que no cesó de realizar comentarios durante todo el juicio, increparon a familiares y amigos de los 19 araiarras tildándoles de «etarras» y «asesinos». Fuentes de la defensa consultadas por GARA señalaron que estudiarán la posibilidad de querellarse.

Está previsto que el juicio finalice hoy con la declaración de los testigos que faltan (entre ellos, Pablo Gorostiaga, encarcelado por el sumario 18/98, y Carlos Urquijo) y las calificaciones finales de las partes.