OPEN DE AUSTRALIA
Un nuevo capítulo en la rivalidad Nadal-Federer
Cyril BELAUD (AFP) | MELBOURNE
Rafael Nadal, siempre tan tenaz, y Roger Federer, siempre tan magistral, accedieron a las semifinales del Open de Australia, donde su vieja rivalidad volverá a vivir un nuevo capítulo.
Fue en 2009 cuando una imagen marcó para siempre el espíritu de los aficionados al tenis, la de un Federer abatido que rompe a llorar durante su discurso tras perder la final de Melbourne contra Nadal. El suizo perseguía el récord de títulos de Grand Slam que poseía Pete Sampras, con 14 entorchados, y no pudo contenerse tras caer ante su alter ego.
El recuerdo de aquel día cargado de emociones acudirá a la mente de ambos jugadores en su semifinal de mañana, aunque ha llovido mucho desde entonces. Federer batió el récord de Sampras, llegando a los 16 títulos, el último de ellos hace dos años en Australia. Y Nadal le «dejó» su número uno mundial a Novak Djokovic.
Los nuevos tiempos hacen que Nadal y Federer vayan a reencontrarse en una semifinal, lo que solo había ocurrido en Roland Garros 2005, ya que su clasificación en el ránking impedía ese enfrentamiento antes de la final. En las nueve veces que se han enfrentado en la final de un Grand Slam, Nadal se ha impuesto siete veces - tiene 10 grandes títulos en su palmarés-. Y la tendencia no parece favorable para Federer, que no ha superado al mallorquín en un grande desde Wimbledon 2007.
No obstante, el Open de Australia es el torneo que más se le ha resistido a Nadal, cayendo en cuartos en las dos ediciones anteriores. Su victoria ante el checo Tomas Berdych por 6-7 (5/7), 7-6 (8/6), 6-4 y 6-3 puede suponer una buena dosis de confianza para él.
Wozniacki vuelve a caer
Como viene siendo habitual en el cuadro femenino de los últimos Grand Slams, las favoritas siguen acumulando decepciones. La flamenca Kim Clijsters, número 11 del mundo y vigente campeona del abierto australiano, olvidó su esguince de tobillo para eliminar por 6-3 y 7-6 a una decepcionante Caroline Wozniacki. A consecuencia de esta derrota, la danesa va a perder el número uno mundial que ocupaba desde octubre de 2010. Tres jugadoras optan a sucederle, entre las que está la bielorrusa Victoria Azarenka, que se desembarazó por 6-7 (0/7), 6-0 y 6-2 de la polaca Agnieszka Radwanska.