Cuando se conoció que Marcelo Bielsa era el entrenador escogido por Josu Urrutia para entrenar al Athletic, pensé que esa elección le iba a dar la victoria electoral. Se trataba de un técnico con un reconocido prestigio internacional, descrito en los medios como un entrenador de entrenadores y que había dicho que no al Inter de Milán.

Sin embargo, hablando con amigos me sorprendió que muchos no confiaran en el técnico argentino. Decían que no había entrenado a ningún club importante, que no había ganado nada y que con sus métodos y discurso actuaba como un `vende humos'.

Comenzó la temporada y el equipo no consiguió arrancar con resultados positivos. Sinceramente, si no llega a ganar la misma semana contra el PSG y la Real, el presente podía haber sido distinto. Tras el empate contra el Villarreal en San Mamés, recuerdo cómo un conocido me aseguraba que el proyecto de Bielsa no iba a funcionar, que el Athletic nunca había jugado de esa manera, que eso del toque y hacer correr al balón no iba con el fútbol vasco.

Ahora es fácil sacar pecho y escribir alabanzas sobre este equipo, sobre sus números, el juego y sus aciertos. No es esa mi intención porque en el fútbol nada está asegurado. No sé cuánto tiempo se quedará Bielsa en Bilbo, pero lo importante es que en Lezama, los entrenadores y jugadores puedan aprender de las formas de trabajar del argentino, es decir, que su paso deje también su marca en las categorías inferiores.

Cuando el Athletic pasó un par de años a punto de descender, se comentaba que el fútbol vasco no daba para más, que no había jugadores debido al descenso de natalidad, la escasa población y la llegada de futbolistas extranjeros.

Es cierto que las dificultades existen. Probablemente, aquí no aparecerán jugadores talentosos y espectaculares a diario como en Brasil. De vez en cuando, saldrá algún Muniain, pero lo importante es buscar un estilo de juego propio, un sistema y método de trabajo que sirvan para un club con unas características como el Athletic. Este país ha sabido salir adelante en otros ámbitos y también en el fútbol, y en el deporte en general, está capacitado para hacerlo.