Gloria LATASA | gloriameteo@hotmail.com
Gazapo meteorológico
Cuenta una leyenda que si fuéramos al lugar en el que acaba el arco iris encontraríamos un caldero lleno de monedas de oro. Otras leyendas lo relacionan con una serpiente bicéfala, el Sol Sagrado o la unión entre el Ying y el Yang. En el Génesis es la señal de Dios que indica el final del Diluvio Universal. Así que no es de extrañar que en películas como «Noah-La nueva arca de Noé» (1998) aparezca en su secuencia final.
La escena ofrece una bonita visión de un arco iris doble. El clásico arco inferior, el superior con el mismo orden de colores y una clara zona central. La imagen es preciosa pero esconde un gazapo meteorológico, no es un arco iris real. Si lo fuera, los colores del arco más alto estarían en orden inverso, serían más tenues y estaría más oscura la zona central.
El arco principal, el de abajo, es el primario. Se forma cuando la luz del sol choca contra las gotitas de lluvia y entra dentro de las mismas por su parte superior. Al cambiar de medio, cambia también de dirección. Golpea contra el fondo de la gota y sale rebotada hacia fuera (cada color con distinto ángulo), por su parte inferior. Un solo «toque» en la gota, su salida por la parte inferior y los colores viajando con diferente ángulo dan como resultado un arco más bajo, más brillante y formado por la suma de los arcos de diferente tonalidad.
El segundo arco, el de arriba, es el secundario. Se forma cuando la luz entra en las gotas por su parte inferior. En estos casos, hay dos reflexiones de la luz dentro de la gota. Dos «rebotes» que causan una mayor pérdida de energía, obligan a la luz a volver al aire en sentido inverso y por la parte superior de la gota. Lo que explica que sea el más alto, el más tenue y tenga los colores en sentido contrario.
Por otra parte, en el interior de las gotas, los rebotes generan pequeños ángulos muertos a los que no les llega la luz. Y el reflejo en el aire de esta falta de luminosidad es la zona más oscura que queda entre los dos arcos y que, en honor al filósofo griego que la describió por primera vez, se conoce como la Banda Oscura de Alejandro de Afrodisias.