Mikel INSAUSTI | Crítico cinematográfico
El cine no cae en la red
El cierre de Megaupload se ha dejado sentir de forma muy sensible en las recaudaciones de los cines. En el Estado español, que ostenta el liderazgo en descargas ilegales de películas, la gran favorecida ha sido «Los descendientes». Su distribuidora se ha encontrado con la grata sorpresa de que ha hecho una taquilla cuatro veces mayor de la que indicaban las previsiones. En EEUU el aumento de los ingresos del fin de semana en sus pantallas ha sido del treinta por ciento, y eso que no había ningún estreno de los grandes.
Pero no sólo la industria del cine se alegra del cierre de Megaupload, sino también los portales legales de alquiler de películas en Internet. Filmin, uno de los videoclubs de la red, ha conseguido sacarle rendimiento a su catálogo, a pesar de que su oferta no puede competir en teoría con las novedades cinematográficas.
Visto el panorama, queda confirmado que quienes presionaban desde distintos sectores para forzar el estreno simultáneo de películas en los cines y en la red, deberán seguir esperando por tiempo indefinido. Hoy por hoy eso no es posible ni desde la legalidad, ya que la crisis económica esta ayudando a consolidar el negocio cinematográfico que, una vez eliminada la competencia de las descargas ilegales, se va a hacer todavía más fuerte.
La experencia de Megaupload ha servido para demostrar la existencia de espectadores potenciales dispuestos a ver las películas pirateadas en malas condiciones, con tal de no tener que pagar por ellas. El cine tiene la obligación moral de demostrarles que estaban equivocados, que se estaban perdiendo proyecciones de calidad.