Sergio Leone cerraba en el año 1966 su magistral «Trilogía del dólar» con la memorable «El Bueno, el Feo y el Malo», un spaghetti western donde tres buscavidas -Clint Eastwood, Elli Wallach y Lee Van Clift- colaboran y pelean por un botín de 200.000 dólares en oro. Un tesoro enterrado en un cementerio que lleva a los tres héroes, en plena Guerra de Secesión Norteamericana, a colaborar mutuamente y a traicionarse de forma sucesiva. Después de multitud de avatares, los tres protagonistas acaban encontrando el botín, pero como todos quieren quedarse con él, la película llega al clímax de un duelo al sol, pero a tres bandas, donde los pistoleros han de decidir a quién disparar primero, no vaya ser que el tercero en discordia decida acabar con uno.

La lucha por la Copa, dando el salto a la vida real y aterrizando en un balance de los equipos vascos en la primera vuelta de esta Liga ACB Endesa, es una bonita analogía de ese preciado botín. Como los protagonistas de la película de Leone, los tres han dado tumbos, tanto de juego como de resultados. Como corolario, el triple derbi vivido entre el 4 de diciembre -Baskonia-Lagun Aro- y el 8 de enero -Bilbao Basket-Lagun Aro-, con el duelo Bilbao Basket-Baskonia del 29 de diciembre en medio, es una analogía ideal del triple duelo al sol. Al final, el Caja Laboral Baskonia y Lagun Aro GBC han logrado el premio copero, mientras que a Gescrap Bizkaia Bilbao Basket le ha tocado ejercer de «malo», quedándose a las puertas -tampoco le viene mal el personaje de Lee Van Clift, ya que también viste de negro-.

El «Bueno»: Gipuzkoa Basket

Si el orden siguiera exclusivamente al de la clasificación, y vistas las limitaciones presupuestarias y de plantilla de la escuadra donostiarra, correspondería al Caja Laboral Baskonia el papel de Clint Eastwood. Pero no, porque Gipuzkoa Basket ha sido quien más y mejor se ha agarrado a los partidos y el que, con todas sus dificultades, más claras ha mostrado sus ideas.

En el apartado de «Bueno», varios nombres destacan en este equipo. Ante todo, Sito Alonso. Después de más de un año alejado de las canchas, el técnico de Monzón, ex segundo de Aíto García Reneses en el Joventut de Badalona y posteriormente primer entrenador de la Penya, volvía a los banquillos de la ACB. Y volvía a un club consolidado por Pablo Laso, que de un día para otro voló a Madrid. Tocaba empezar de cero, algo difícil después de que el verano de 2011 trajese los adioses de gente como Uriz -Gipuzkoa Basket le otorgará su Insignia de Plata en el Lagun Aro-Valladolid del primer domingo de febrero-, Miralles, Domen Lorbek o Koné.

Todo ello obligaba a traer a gente nueva, inexperta en la Liga ACB -Raulzinho Neto, Papamakarios y Lorant-, o bien a última hora -Adeleke, y Ogide tras la salida de este, y Andy Betts tras la lesión de larga duración de Korolev -se estima que volverá a mediados de marzo- y el no a última hora de Ajinca cuando solo faltaba su firma-, para conjuntar un sistema distinto de trabajo.

Por ello, se empezaba con 4 derrotas, todas por tres o cuatro puntos, perdiendo una ventaja de 22 puntos en casa de Estudiantes o errando un tiro libre para ganar en Valladolid con el reloj casi a cero. El primer triunfo llegaría en Zaragoza, en el mejor partido de Raulzinho Neto, y Manresa sería el primer triunfo de un Illunbe que, con sus «legionarios» como cabeza visible, está empezando recuperar la ilusión por su equipo.

Con 2-7 en el balance de victorias y derrotas, Sito Alonso se soltó esta bravata. «Si ganamos los siete últimos partidos de la primera vuelta vamos a la Copa». Acto seguido llegaría la derrota en Gasteiz.

Pero tras Sito Alonso, otros «Buenos» han ido sacando las castañas del fuego de Gipuzkoa Basket. Ante todo, Andy Panko. Como él mismo relata, un late bloomer -de explosión tardía- que a sus 34 años parece un vino gran reserva. Con 19,5 puntos por partido, es el máximo anotador de la Liga, cuarto en el ranking general, undécimo mejor reboteador... Un jugador que, jugando de ala-pívot a tiempo completo, ha dado el paso de pasar de hacer números a guiar victorias.

Y de Panko a Vidal. Por encima de Baron, cuyas rachas anotadoras -aunque este año también ha empezado a penetrar-, Salgado -décimo mejor asistente- o Doblas, el badalonés ha redescubierto la alegría por el juego -undécimo en el ranking ACB, con un 44% en los triples, cuarto en recuperaciones- tras dos años como alma en pena por Madrid. «Me gusta jugar. Disfruto con ello, me apasiona y disfruto de ello todos los días», declaraba tras el derbi de Miribilla.

Ambos encarnan al «héroe crepuscular». Son los dos jugadores con más minutos en la ACB -más de los 34 minutos por partido-. De su mano, de su sacrificio, el conjunto donostiarra ha logrado atar su rebote, ha mejorado en defensa y sobre todo, ha vuelto a ganar partidos apretados. Por ello, en finales como el dramático contra Cajasol, o ante Bilbao Basket y Murcia, Lagun Aro GBC ha estallado con su mejor juego, a pesar de su escaso juego interior -el trabajo de Doblas está siendo impresionante, dando a su juego una dimensión global desconocida hasta la fecha- y ha cosechado el botín de la Copa. «Éramos todos muy nuevos y Sito tiene una manera de jugar que necesita más tiempo. Yo siempre he dicho que Gipuzkoa Basket empezaba muy bien en los últimos años, pero luego bajaba un poco, pero tenía la sensación de que este año sería al revés», decía Sergi Vidal. El «Bueno» cabalga con el botín.

El «Feo»: Caja Laboral Baskonia

Talento a espuertas, medios, y una increíble capacidad de complicarse la vida. Caja Laboral Baskonia ha acabado en cuarta plaza mostrando un juego de dos caras. Castigado por las lesiones y el fin del lockout de la NBA, los de Josean Kerejeta y Dusko Ivanovic siguen buscando su camino. Hay muy buenas noticias, como el regreso de Prigioni, la impresionante variedad de Mirza Teletovic -sexto más valorado y tercer mejor anotador-, así como la solvencia cada vez mayor de gente como Oleson, Ribas o Milko Bjelica.

Pero también otras pésimas. Nuevamente, los fichajes de la NBA. Reggie Williams vino lesionado y se fue igual; Joe Dorsey no contó para Ivanovic y el interior referencia, Lampe, llegó gravemente lesionado. Además, Heurtel sigue sin ser el segundo base que precisa el equipo, San Emeterio parece haber descendido a un rendimiento «humano» y Nemanja Bjelica es muy intermitente.

Con todo, el Baskonia es cabeza de serie en la Copa, al acabar cuarto... por detrás de un buen Real Madrid, un triste Barcelona -al que ganó en el mejor encuentro de los de Ivanovic en todo 2011- y un gris Unicaja. Para postre, el público del Iradier Arena -la plaza de toros gasteiztarra, que ya dejará de emplear el cuadro baskonista- la ha tomado con su entrenador -los pitos a Ivanovic y la bronca con la peña Indar Baskonia en el derbi ante Gipuzkoa Basket habla de un ciclo agotado-. Para postre, como si de un Elli Wallach colgado se tratase, el Baskonia llamó a su «rubio» particular durante el lockout. Pero el rubio, Tiago Splitter, no quiso volver a casa. ¿Un «feo» del jugador?

El «Malo»: Bilbao Basket

Es injunto definir como «malo» a un equipo que, en su estreno de Euroliga, se ha colado en el Top 16, dejando al Baskonia en el camino. Pero la ACB ha sido la cara factura que ha pagado Bilbao Basket. Los hombres de negro, como Lee Van Clift, han llegado sin balas a varios finales, y se han dejado partidos clave pese a tener expertos jugadores. El estreno en Alicante, la derrota en casa ante Cajasol y los derbis ante el Baskonia y Lagun Aro GBC son los ejemplos más palmarios.

Con 77 puntos por partido, Bilbao Basket es la segunda peor defensa de la ACB, mientras que en ataque sufre cuando no corre, sobre todo por parte de un Jackson que en verano trabajó mucho en su lectura del pick'n roll, pero que aún no carbura en estático. Mientras, Blums y Vasileiadis siguen tan irregulares como siempre, Raül López y Hervelle han pasado por problemas físicos, el fuelle de Banic es limitado, y al club le pesan los años cuando juega cada tres días, por mucho que Grimau llegue a todo y gente como D'Or Fischer dé consistencia bajo el aro.

Con todo, en el sprint final los hombres de negro han encadenado varias victorias lejos de casa, mirando más a la segunda vuelta y la pelea por los play offs. Pero esa será otra película, porque lo que es para la Copa, se quedaron sin balas para el duelo definitivo.