La portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, y doce de las trece mujeres y hombres que se sentarán a partir del 30 de abril en el banquillo de la Audiencia Nacional española por impulsar la plataforma electoral Demokrazia 3 Miloi y el partido Askatasuna comparecieron ayer en Bilbo para denunciar ese nuevo juicio político, que consideran «muy grave en este nuevo tiempo».

Ugarteburu y Arantza Urkaregi, una de las procesadas, recordaron que se enfrentan a duras penas de cárcel por articular una oferta electoral para los comicios al Parlamento de Gasteiz de 2009. «Entendemos que este juicio es una prolongación de la política de ilegalizaciones, política -resaltaron- que ha fracasado ante la sociedad vasca» por la iniciativa política de la izquierda abertzale, que ha abierto un nuevo tiempo en el país.

La fijación de la vista oral en el tribunal especial es, a su juicio, otra demostración de que «el Estado español sigue respondiendo con una estrategia de bloqueo al nuevo escenario».

Ante este nuevo gesto de «inmovilismo» y de empleo de recetas del pasado, incidieron en la mayoría social y política que está exigiendo que se adopte «una actitud constructiva ante la oportunidad histórica para la resolución del conflicto». Es más, rememorando las palabras pronunciadas el martes por el ministro de Interior en el Congreso, instaron al Ejecutivo y al PP a que aprovechen este momento histórico «para una resolución definitiva en clave democrática».

«Y esa exigencia -abundó Urkaregi- pasa a día de hoy por que el Gobierno español desactive las políticas de excepción implementadas a lo largo de las últimas décadas, cerrando definitivamente el ciclo de las ilegalizaciones y de la persecución política y judicial contra actividades políticas».

Ugarteburu dijo que la izquierda abertzale está segura de que la movilización de la sociedad vasca seguirá «agrietando la estrategia de bloqueo del PP». Así, avanzó de que una nueva acumulación de fuerzas en contra de este juicio político y a favor de avanzar hacia un escenario democrático servirá para superar «el muro de la cerrazón y del inmovilismo» del partido que lidera Mariano Rajoy, que en Euskal Herria, aclaró, defiende posturas minoritarias.