El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, explicó ayer el contenido de la reforma del sistema financiero que verá oficialmente luz verde en el Consejo de Ministros de hoy. Según explicó el ministro, la banca deberá provisionar sin ayudas públicas un total de 50.000 millones de euros para sanear su riesgo inmobiliario.

Las condiciones son diferentes en función de si un banco afronta estas directrices en solitario o de si se acomete una fusión. En el primer caso, la entidad deberá detraer la cantidad correspondiente de su cuenta de resultados de un único año. Las entidades que participen en procesos de fusión contarán con unas condiciones más flexibles, ya que podrán detraer estos recursos del capital y durante un proceso de dos ejercicios, siempre y cuando presenten antes del 30 de mayo un plan de viabilidad para aumentar su tamaño un 20% e incluyan medidas de gobierno corporativo, así como un compromiso de concesión de crédito.

Las entidades que anunciaron fusiones después del 1 de setiembre de 2011, como el Banco Popular con Pastor, o el Banco Sabadell al adquirir la CAM, podrán beneficiarse de esta prórroga.

En el caso de las entidades que ahora se animen a acometer fusiones y requieran un préstamo público, podrán solicitarlo al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El FROB pasará de tener un capital de 9.000 a 15.000 millones de euros gracias a una aportación del Tesoro Público y tendrá la misma capacidad de endeudamiento que hasta ahora (90.000 millones), por lo que no afecta al déficit sino solo a la deuda pública.

El Gobierno del PP está convencido de que su reforma financiera «dará lugar a un número suficiente de entidades, más sólidas, más saneadas y con un mejor gobierno corporativo», defendió De Guindos.

Preguntado por cuál sería el tamaño idóneo para una entidad, el titular de Economía eludió dar números concretos: «Aquí no hay cifras mágicas, buscamos entidades más grandes, más eficientes y con mejor gobierno corporativo. Pero puede haber unas de 300.000 millones de euros de balance que no sean eficientes y otras de 100.000 millones que sí».

El precio de la vivienda

El ministro aseguró que esta reforma «beneficiará» a la ciudadanía porque el saneamiento de las entidades rebajará el precio de la vivienda una vez que se haya materializado el ajuste de precios de los activos inmobiliarios. «Traerá pisos a precios reducidos», aseveró.

«Esta descarga de activos inmobiliarios mejorará el acceso de las entidades de crédito a los mercados de capitales, con un impacto positivo sobre la producción y el empleo», prosiguió, al tiempo que aseguró que se «despejarán» las dudas que se ciernen sobre el sector.