Una semana después de que la Comisión Internacional de Verificación emitiera un informe contundente al respecto, el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, volvió ayer a intentar sembrar la duda sobre la veracidad del cese definitivo de la lucha armada por parte de ETA. Aprovechó para ello una pregunta formulada en una entrevista en Televisión Española, donde se le planteó si ve posible que ETA atente antes de las elecciones al Parlamento de Gasteiz, que se celebrarán antes de la primavera de 2013.

En vez de descartar esa hipótesis, Fernández Díaz afirmó que cree que ETA no lo hará porque no le interesa, ya que «la izquierda abertzale quiere ganar credibilidad, ganar imagen de fuerza política capaz de gobernar el País Vasco, y por eso creo que en estos momentos estratégicamente y tácticamente ETA tiene pocas opciones de cometer atentados, aunque otra cosa es que individuos aislados puedan cometer una barbaridad».

El consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, volvió a corregir este diagnóstico del ministro, que en cualquier caso ya se ve contrarrestado en la práctica por decisiones como la eliminación de escoltas.

Ares explicó en una entrevista a Punto Radio que ya desmintió a Fernández Díaz «en público y también en privado» durante la reunión que celebraron hace dos semanas en Leioa. En concreto, explicó que no cabe argumentar, como hizo el ministro, que colectas en favor de los presos sean una actividad de ETA. Más aún, Ares dijo que «todos los años había habido denuncias respecto a esta actividad y este año no ha habido, lo que significa que era menor, o en todo caso que no parecía que la gente tuviera la sensación de que estaba siendo coaccionada para colaborar en esta recolecta». Y, en cualquier caso, el consejero de Interior de Lakua remarcó que «todo el mundo sabe en Euskadi que nada tienen que ver las recolectas puntuales con la extorsión».

La izquierda abertzale también subrayó en una nota que el ministro «es plenamente consciente de la voluntad expresada por ETA para el desarme, a la vez de que es consciente de que ese proceso ha de realizarse de forma ordenada y acordada». «Por ello, el Estado español debería de emprender sin dilación el dialogo con la organización ETA», añade.