El Grupo Internacional de Contacto celebró ayer reuniones con diferentes partidos dentro de su nueva visita a Euskal Heria para testar la situación actual y tratar de dar impulso al proceso de normalización política.

Trascendió, por ejemplo, que el grupo que lidera Brian Currin se entrevistó con representantes de la izquierda abertzale y del PNV, mientras que hoy lo hará con Aralar.

La agenda quedó alterada en parte por las inclemencias metereológicas, por lo que no pudo culminar ayer y continuará hoy. Habrá que ver si posteriormente el GIC emite algún tipo de posicionamiento, al estilo de lo que hizo la pasada semana la Comisión Internacional de Verificación.

Únicamente el PP se sitúa completamente al margen de estas tareas de facilitación internacional. Su líder en la CAV, Antonio Basagoiti, volvió ayer a descalificar a los miembros del GIC.

«No hay que mediar»

En declaraciones a Efe, Basagoiti recalcó que su partido no tiene intención de reunirse con el grupo de Currin, como tampoco se citó con los verificadores. Argumentó para ello que «esta gente cuadra en lugares donde ha habido guerra entre dos bandos y tienen que mediar, donde ha habido asesinatos por dos partes, como en Irlanda, donde hubo paramilitares y el IRA, o en conflictos raciales. Pero en un lugar como España, donde existe una democracia y solo hay terroristas, no pintan nada y sólo pueden trabajar a favor de parte».

Basagoiti insistió en que «hemos llegado hasta aquí no por los Currin ni los Loyolas ni los Arnaldos, sino porque hubo Ley de Partidos, porque la sociedad vasca se ha hartado de ellos y porque la Policía ha sido muy eficaz; por tanto, que nadie nos distraiga a última hora y que nadie quiera ganar una batalla que no ha ganado y no va a ganar». Y rechazó la verificación diciendo que «ETA puede comunicar al Gobierno dónde están las armas».