El informe presentado en otoño por el colectivo de profesionales sanitarios Jaiki Hadi lo apuntaba, y Etxerat lo remarcó ayer: las medidas de excepción aplicadas al Colectivo de Presos Políticos Vascos están provocando un aumento de la edad media de estas personas que provoca complicaciones médicas graves. El último ejemplo es el infarto sufrido el pasado martes en la cárcel de Burgos por José Mari Pérez Txuri, cuyo caso es paradigmático: debió quedar libre hace tres años, pero sigue entre rejas y va a cumplir 25 años encarcelado.

Los familiares que comparecieron en Donostia junto a Pili Pérez, hermana del preso hospitalizado en Burgos, citaron dos casos de problemas de salud graves y recientes: el de Txus Martín, al que se negó la libertad condicional la pasada semana, y el de Iñaki Erro. Martín lleva ya más de cinco años enfermo en prisión, con problemas sicológicos graves, pero el juzgado ha denegado su excarcelación argumentando riesgo de fuga entre otras cosas. En cuanto a Iñaki Erro, ingresado en un hospital de Almería recientemente por una cardiopatía, su caso es prácticamente calcado al de Pérez: lleva un cuarto de siglo preso y su condena se ha alargado artificialmente a través de la «doctrina Parot».

Impacto físico y sicológico

Esta práctica está contribuyendo a incrementar el factor edad. De ello ya alertó Jaiki Hadi en su informe sobre «cárcel y salud», en el que detalló los casos de diez presos que tienen más de 60 años y están enfermos, si bien cuatro de ellos están actualmente en casa en situación de prisión atenuada (José Luis Elkoro, nacido en 1935, con cáncer de próstata; Juanjo Rego Vidal, 1939, con problemas varios; Juan Pablo Diéguez, 1942, con cáncer de próstata; y José Ramón Foruria, 1949, con cáncer de vejiga). Entre los otros seis están Jesús Mari Zabarte, nacido en 1945 y que lleva casi 28 años preso, con una lesión en la columna; y José Ramón López de Abetxuko, nacido en 1949 y preso hace 19 años, con problemas coronarios.

Jaiki Hadi denuncia que este colectivo «tiene que hacer frente a condenas extremadamente largas, que en otros estados sobrepasan la sentencia de condena perpetua de sus legislaciones. En base a motivos políticos coyunturales, la legislación al respecto se ha ido endureciendo a lo largo de estos años, y tanto el Código Penal como el reglamento penitenciario han sido moldeados ad hoc. Este factor influye de forma importante, en la medida en que al acumular años de cárcel y de edad, el factor de la salud queda obviamente alterado. Sin olvidar el impacto sicológico que supone una medida de este tipo en el preso, máxime cuando la notificación de la misma se hace muchas veces en el momento mismo de la extinción de la condena».

Entre los efectos de esta acumulación de años destacan por su dureza los provocados por la práctica del aislamiento prolongado. Jaiki Hadi recuerda que «trae consigo inestabilidad mental, desasosiego, desequilibrios y dificultades de relación. Conduce a la ruptura del equilibrio personal y de las expectativas vitales, y la dispersión acarrea además un alejamiento de la capacidad relacional y una pérdida de referencias sicoafectivas».

Tres accidentes en 40 días

Así las cosas, y tras denunciar el caso concreto de José Mari Pérez, Etxerat instó ayer a «que se acabe la cadena perpetua», así como el resto de las medidas de excepción aplicadas a estos presos y sus familias.

Entre ellas destacaron la dispersión, para recordar que en este 2012 del que ni siquieran han transcurrido 40 días se han contabilizado ya tres accidentes de tráfico graves. Dos de ellos se han producido este último fin de semana. Los siniestros de este año han afectado a personas que acudían o regresaban de puntos tan lejanos como Huelva, Cáceres y Puerto (Cádiz).