El delantero almeriense lleva tres jornadas consecutivas en el banquillo
Nino vive una situación inédita
Acostumbrado a marcar un buen número de goles por temporada, el ariete rojillo se refugia en el trabajo hasta que pase la mala racha.
Natxo MATXIN
Fue uno de los revulsivos del pasado domingo en El Molinón, pero no corren buenos tiempos para Nino. El delantero almeriense era una de las históricas pretensiones rojillas -un caso parecido al de Camuñas- que por fin se materializó este pasado verano, pero su rendimiento, al menos de momento, no está siendo el esperado en lo que se refiere al apartado anotador.
Ello le ha relegado al banquillo, en beneficio de Dejan Lekic, quien se estrenó en Liga ante los rojiblancos, después de que ya marcase en Copa contra el Almería y el Barcelona. Como reconoce el propio jugador andaluz, la situación le resulta inédita, pues nunca hasta ahora había tenido que padecer la condición de suplente en su reciente trayectoria futbolística.
«Es la primera vez que me sucede algo así, es especial y nueva, pero en el fútbol hay momentos buenos y malos, y la experiencia me sirve, porque al final lo importante es que el grupo salga beneficiado», admite a GARA el ariete rojillo. Ni un ápice de reproche sobre la decisión adoptada por José Luis Mendilibar: «Sabemos cómo es el míster, le gusta probar y hacer cambios, hay que respetarlo y trabajar para estar disponible y jugar cuando lo quiera».
Su tono de voz no denota resquemor, aunque sí se puede percibir que se siente herido en su orgullo deportivo, por no haber podido demostrar todavía esa cualidad de killer del área por la que se le fichó, y que le ha permitido destacar en sus anteriores clubes. Los seguidores de Elche, Levante y Tenerife han presenciado cómo Ninogol marcaba dobles cifras tanto en Primera como en Segunda, categoría en la que se convirtió en pichichi en la temporada 2008-09, con un total de 29 dianas.
Cumplida la primera vuelta, en Osasuna solo ha anotado tres y todas ellas al comienzo del campeonato. Ya hace once jornadas que no ve portería, y no le encuentra explicación. «No lo sé, uno piensa de todo, pero sabemos que a lo largo de la temporada los delanteros tienen rachas positivas y negativas, me está tocando una de estas últimas, y la conclusión que sacas es que hay que concentrarse en el trabajo, en tener autoconfianza y esperar que pronto llegarán los goles», vaticina el delantero.
Ahora más sacrificado
Lo cierto es que el atacante tampoco ha disfrutado de un sinfín de asistencias como para criticarle por su falta de destreza de cara al marco contrario y sí, en cambio, ha desplegado una capacidad de sacrificio que no se le pedía en anteriores equipos. «Somos un equipo competitivo y se te exige, por encima de todo, trabajar y estar presente en el tema defensivo en todo momento. Después cada uno debe sacar su fútbol para hacer daño en la meta del rival, que es lo que siempre he hecho», indica.
Es verdad que ha perdido la titularidad, pero Mendilibar sigue contando con él como primera opción, sobre todo cuando las cosas se ponen feas en el marcador. Ahora parte «como falsa banda, el míster me dice que defienda ahí, pero ofensivamente que esté como si fuese otro punta más, y yo lo que quiero es jugar como sea sin perder el tema de mirar a la portería», señala. Y ante el Sporting dispuso de dos nuevas oportunidades, de ahí que se sintiese de nuevo «a gusto e importante para aportar al equipo».
Tras no jugar en Mestalla ni contra la Real en Liga, Xavi regresará a la titularidad para llevar el timón del Barcelona en un encuentro muy importante para la entidad azulgrana -Camp Nou, 21.00, Canal Plus-, máxime ante la falta de hombres clave en el medio campo culé, caso de Iniesta y Busquets, que no llegarán a tiempo para la cita y habrá que ver si están en El Sadar el próximo sábado.
Ambas ausencias, a la par que la de Pedro, obligan casi con toda seguridad al técnico blaugrana, Pep Guardiola, a adelantar la posición de Mascherano a su lugar natural de pivote defensivo, y a tirar una vez más de algún joven valor de la cantera, como Cuenca o Tello, lo que le ha dado un buen resultado hasta ahora.
El encuentro representa, además, una especie de test para Leo Messi y las críticas que ha recibido en los últimos días respecto a un posible bajón en su nivel de juego, y ya sabemos cómo se las gasta la estrella argentina cuando se pone en cuestión su capacidad futbolística.
El Valencia, por su parte, se aferra a la estadística, que indica que ha eliminado a la escuadra catalana en las cuatro últimas eliminatorias coperas en las que se han medido ambos conjuntos, si bien los tiempos parecen haber cambiado para unos y otros.
Confiados en las probabilidades y en que el Barcelona acuse las bajas y no tenga su día en propio feudo, los de Unai Emery buscarán la portería defendida por Pinto, pues necesitan marcar para poder alcanzar la final del torneo del K.O. N.M.
Transcurrido casi un año de su llegada a Iruñea, el técnico rojillo, José Luis Mendilibar, se reafirmó en una entrevista concedida a la agencia EFE, en la idea de que acertó recalando en Osasuna. «Cuando llegué, dije que era un buen entrenador para este club y que Osasuna era un buen equipo para mí. Lo sigo pensando y estoy convencido de que he elegido bien», señaló.
En ese periodo de tiempo, el zaldibartarra ha conseguido enderezar la nave sin rumbo de José Antonio Camacho. Le ha dado estabilidad clasificatoria, la cantera ha vuelto a tener protagonismo y se ha renovado la plantilla, por lo que el preparador vizcaino consideró que el balance puede considerarse «muy bueno, aunque con contaditos partidos buenos esta temporada», se sinceró. N.M.