Los abajo firmantes, trabajadores de Grúas Hidráulicas Alonso durante 29 y 20 años, nos vemos en la obligación de volver a exigir públicamente a la empresa el pago de las indemnizaciones que nos adeuda y que fueron reconocidas por los tribunales hace ya un año. Consideramos que esta actitud de la dirección es una venganza tras la sentencia a nuestro favor dictada en marzo de 2010 por la Inspección de Trabajo, que condenó a la empresa al pago de una sanción de 3.000 euros por el aislamiento y la falta de ocupación efectiva a la que nos tuvo sometidos más de dos años. El pasado año, Grúas Alonso entró en concurso de acreedores para crear después la compañía Grúas GPK 2020 SL, operaciones que no son más que sucias y engañosas maniobras de la dirección para eludir sus responsabilidades. Todo ello, unido a la inacción de Magistratura, nos ha llevado a un estado de total precariedad.

Si nadie nos hace caso y seguimos sin cobrar las indemnizaciones, la única vía que nos quedará es comenzar a airear los trapos sucios de este gremio de alquiler de grúas y maquinaria.