Qatar se convierte en el epicentro de la diplomacia árabe
GARA | DOHA
El acuerdo firmado el lunes entre al-Fatah y Hamas en Qatar supone otro éxito para este pequeño pero rico Estado del Golfo, que se ha convertido en el centro de la diplomacia árabe.
«Todo indica que Doha se ha convertido en la capital política del mundo árabe. Se puede decir que la diplomacia de Qatar es la locomotora de la acción política árabe y que su papel mediador va a continuar en el futuro», subrayó el analista Abdelkhaleq Abdallah.
Qatar, que no oculta ni su simpatía ni su apoyo a los líderes de las revueltas árabes, está llevando a cabo una diplomacia sin cuartel en Oriente Medio, África y Asia.
El mismo día en que el presidente palestino y líder de al-Fatah, Mahmud Abbas, y el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, firmaron un pacto para implementar un acuerdo de reconciliación nacional, el presidente de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, llegó a Doha para conversar sobre un hipotético proceso de paz en Afganistán. Talibanes afganos han abierto una delegación en Qatar, donde ya han mantenido contactos preliminares con funcionarios de Estados Unidos.
En Libia, fue junto a los Emiratos Árabes, el primer país árabe en apoyar abiertamente a los milicianos en contra del coronel Muammar Gadafi.
El emir, el jeque Hamad bin Jalifa al-Thani, aliado cercano de EEUU -que cuenta con dos bases militares en Qatar- «se dio cuenta del establecimiento de un nuevo orden en Oriente Medio, por lo que actuó con espíritu de iniciativa para garantizar la estabilidad regional», indicó a AFP el director del Centro Brookings de Doha, Salman Shaikh.
En 2011, supervisó un acuerdo de paz entre el Gobierno de Sudán y el grupo rebelde de Darfur, aunque, posteriormente, quedó sin efecto.
«Los países pequeños como Qatar y, en menor medida, los Emiratos Árabes, han llenado el vacío dejado por Egipto, Irak o Arabia Saudí», consideró.