El embargo estadounidense contra Cuba cumple ya medio siglo
El embargo de Estados Unidos contra Cuba cumplió ayer medio siglo. Nada parece indicar que la Administración de Barack Obama tenga intención de derogar esta ley impuesta por John F. Kennedy en 1962. El discurso de mano dura de los aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Republicano tampoco augura un cambio de rumbo en una política que, según La Habana, entre 1962 y 2010 provocó pérdidas valoradas en 104.000 millones de dólares.
GARA | LA HABANA
El embargo total estadounidense sobre Cuba cumplió ayer medio siglo sin visos de que el presidente Barack Obama prevea su eliminación, mientras activistas y expertos siguen denunciando que se trata de una política «obsoleta» que daña sobre todo a la población de la isla.
El lunes, durante su rueda de prensa diaria y a preguntas de los periodistas, la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, descartó cualquier cambio. «Nuestra política hacia Cuba permanece igual», resaltó.
A principios de 2011, Obama se valió de una orden ejecutiva para flexibilizar las restricciones de viajes y envíos de remesas a Cuba adoptadas por su antecesor, George W. Bush, pero dejó en pie el bloqueo unilateral contra la isla que impuso oficialmente el 7 de febrero de 1962 el entonces presidente John F. Kennedy.
Es el Congreso estadounidense el que tiene la facultad de derogar el embargo, reforzado en 1996 con la Ley Helms-Burton, pero el Gobierno de Obama condiciona su apoyo a la eliminación de esa medida a que el presidente Raúl Castro acometa «cambios» que, a su juicio, todavía no se han dado.
Sin embargo, para la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés), una organización no gubernamental de derechos humanos, Cuba «sí está cambiando y está experimentando profundas transformaciones económicas y políticas» a las que EEUU no debe ser ajeno.
«El embargo es una reliquia, un remanente de la Guerra Fría», sostuvo en un comunicado el director de programas de WOLA, Geoff Thale, quien añadió que se trata de una medida «desactualizada que solo perjudica al pueblo cubano, a sus familias en Estados Unidos y a los intereses estadounidenses».
Thale, que recientemente ha visitado Cuba en un «viaje de investigación», recordó las reformas impulsadas por el Gobierno de Raúl Castro.
Además, destacó la liberación de más de un centenar de presos desde 2010, gracias a un proceso de diálogo entre el Gobierno y la Iglesia católica.
«En lugar de ajustar la política de EEUU hacia Cuba para adaptarse a un mundo cambiante, los defensores del embargo se han centrado en ajustar sus argumentos para preservar una política obsoleta», lamentó.
En opinión de Thale, «los políticos sensatos» deberían trabajar en favor del diálogo entre Cuba y Estados Unidos, si bien reconoció que el Congreso «no va a retirar el bloqueo de la noche a la mañana».
Los intentos de acercamiento entre ambos países quedaron prácticamente congelados tras la condena en Cuba a 15 años de cárcel al contratista estadounidense Alan Gross, al que La Habana acusa de participar en «planes subversivos».
Tampoco ayuda la política de mano dura que defienden importantes líderes republicanos en el Congreso y los aspirantes a la candidatura presidencial de ese partido con vistas a las elecciones de noviembre.
El portavoz del Departamento de Estado para América Latina, Willian Ostick, sostuvo ayer que «la Cuba de hoy de ninguna manera cumple» con los requisitos para participar en la Cumbre de las Américas que se celebrará el 14 y 15 de abril en Cartagena de Indias (Colombia). En su opinión, «debe haber mejoras significativas en las libertades políticas y la democracia antes de que se pueda unir a la Cumbre».
El pasado fin de semana, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, emplazó a los países del ALBA a que consideren no ir a Cartagena si, finalmente, Cuba no es invitado.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, anunció el lunes que buscará el consenso entre los países para que Cuba acuda a la Cumbre de las Américas. Hoy tratará este tema con La Habana. «No queremos imposiciones, no queremos que unos quieran y otros no. Queremos que todos estemos de acuerdo», señaló en alusión a la propuesta de Correa.
La Cumbre de las Américas reúne a los jefes de Estado y de Gobierno del continente para tratar temas de interés mutuo. Menos Cuba, participan los 34 países restantes que integran la Organización de Estados Americanos (OEA). El 3 de junio de 2009, la Asamblea General levantó la exclusión de Cuba, que databa de 1962. La resolución dejó en manos de Cuba el regreso o no a la OEA, que La Habana rechaza por el momento.
A este respecto, Holguín reiteró su deseo de hablar con las autoridades cubanas porque «si no tienen interés en reingresar en la OEA, el interés en esta Cumbre tampoco se ve claramente». GARA