Tras las fallidas negociaciones llevadas a cabo el pasado mes, la diputada de Cultura, Juventud y Deporte, Ikerne Badiola, expuso ayer en las Juntas Generales de Gipuzkoa dicho proceso hasta el día de hoy.

La pregunta la formuló la juntera de Eusko Abertzaleak Ainhoa Galdos, quien expresó su interés en saber qué opciones se les planteó a los herederos del escultor Eduardo Chillida. Por otro lado, José María Murguiondo, del Grupo Juntero Popular, consideró conveniente que o Patxi López o Martin Garitano realicen una visita oficial «como muestra del interés institucional por el museo». A lo que la juntera socialista Gloria López contestó que «las visitas oficiales no aportan soluciones» y consideró que, tanto la Diputación de Gipuzkoa como Lakua, «han dado todas las opciones posibles a la familia» e invitó a los grupos junteros a aportar más opciones «si se les ocurre alguna». También planteó la posibilidad de que participe el ministerio de Cultura que «aportaría su granazo de arena».

A todo ello, Badiola respondió que, a su parecer, la Diputación ha «actuado con responsabilidad». Concretó las opciones ofrecidas a la familia durante las últimas reuniones mantenidas: por un lado, que las instituciones públicas cubrieran el déficit del museo; por otro, una posible gestión compartida por la familia y las instituciones mediante una fundación o un consorcio; y, por último, una gestión totalmente pública insertando, por ejemplo, la propiedad en la red de museos de Gipuzkoa.

Badiola defendió que su departamento ha intentado «calmar los nervios» en varias reuniones privadas y que, «no siempre es bueno que las negociaciones sean públicas». Pero Badiola quiso recordar que, ante todo, Chillida-Leku es una propiedad privada de la familia y que son ellos los que tienen la última palabra.

Sociedad Aranzadi

En la Comisión también se trató el tema de la sede de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ya que no tienen una sede propia y llevan buscándola mucho tiempo. La Diputación de la anterior legislación no solucionó el problema, en su lugar, firmó un contrato en el que le cedía la sede de la Fundación Zorroaga en Donostia.

Badiola explicó que el pasado 31 de diciembre expiró dicho contrato por lo que lo han renovado con una rebaja del 10%. El acuerdo tendrá cinco años de duración, pero se renovará cada año, manteniendo la esperanza de que Aranzadi encuentre, por fin, su propia sede principal. «Esperamos que este año la Asociación encuentre su sede definitiva», expresó Badiola.

Por último, la Diputada fue preguntada por la situación actual del Convento de Santa Teresa, ubicado en las faldas del monte Urgull donostiarra. Una parte del convento se rehabilitó en 2006, y actualmente, guarda los fondos del Museo San Telmo para protegerlas durante las obras realizadas en él. Ahora, con las obras terminadas, Badiola explicó que se está preparando el traslado de dichas obras a Gordailua, lo que, en su opinión, se llevará a cabo en los 6 primeros meses de este año. Con esas fechas entre manos, la Diputación está barajando los usos que se le puede dar a este convento.